A continuación, un testimonio de un familiar de Flamini.
"yo tengo un recuerdo extraordinario de el, porque era una persona muy inteligente, bondadosa y fuerte, un tipo extraordinariamente inteligente. En el año 1933, tenia 22 años de edad, hace la desgranadora de maíz, una desgranadora de maíz que en ese tiempo se sembraba mucho. No era como cualquier máquina, la hizo automotriz y para hacerla utilizo la transmisión de un tractor Fordson, lo hizo en sociedad con don Alfonso Cacchiarelli, que era el socio que le ayudaba financieramente y el trabajaba. Hicieron la maquina y la explotaron como desgranadora, trabajaron los campos de acá uno o dos años y después se dejo de sembrar maíz en la zona, porque llego un momento que no valía nada. Con decirte que lo quemaban en las maquinas de tren.
La primer máquina la empieza en el año 1936, pero antes de hacer la primera máquina el trabajaba en Bernardin con don Andrés Bernardin - del cual era muy amigo y era admirador de don Andrés congeniaban tan bien, los dos tipos inteligentes - y el trabajaba de día en la fábrica y de noche torneaba los modelos de madera para hacer fundir para hacer la máquina que el tenía ya pensada. A raíz de eso fue lo que le ocasionó su muerte, porque trabajando en el torno de madera una noche, se desprende un trozo de madera que estaba trabajando y le pega en la cara (debajo del pómulo) que después le provoca un cáncer, que murió.
Posteriormente hacen una sociedad con don Francisco Pizzi, don Segundo Boretto, don Francisco Sessano y don Luis Pairelli. De esa sociedad, hace la primer máquina, que para mi fue lo mejor que hizo, porque era un derroche de tecnología sin tener medios - ubíquense que en el año 36', 37', 38' - el hace la máquina con unos adelantos bárbaros, ya poniendo rodamientos a bolas en todos lados y mientras estaba haciendo la máquina, el le iba a poner ruedas de hierro, porque no existían las cubiertas. Viene un viajante de la fábrica Firestone, a ofrecerle cubierta agrícola, entonces inmediatamente la reformó, le puso las llantas, le mandaron las cubiertas y las llantas y la hizo engomar, o sea, nunca salió una máquina con ruedas de hierro.
El soñaba con hacer una fábrica, le cuento una anécdota: cuando estaba probando la primer maquina y como la terminó medio tarde y ya no había lotes de trigo acá en la zona, y en ese tiempo no se viajaba mucho, entonces don Felipe Desi tenía una parva de trigo en espiga, que antes se acostumbraba a emparvar también, entonces fue a probarla ahí. Cuando estaba probando la máquina, para un auto y se bajan unos tipos, decían que era de la fábrica Massey-Harris y miran la máquina, preguntaron quien era que la había hecho y se ponen a hablar con mi tío y le ofrecen llevarlo a trabajar a la fábrica Massey-Harris, pero como el tenía gran cariño por San Vicente y lo sentía, le dijo que no, que se quedaba acá y que lo iba a intentarlo acá. Ellos siguieron trabajando hasta el 40', 42', que vino el tiempo de guerra, y empezaron a escasear los materiales. Todas las fábricas cerraron: cerró Senor, Bernardin, e indudablemente ellos que eran de poco poderío económico también cerraron. Entonces cada uno de los socios se agarró una máquina, o sea, Francisco Pizzi se quedo con una máquina: habían hecho 5, una la habían vendido y las otras cuatro las estaban terminando, entonces cada socio se quedó con una máquina para ellos. Una se la quedo don Segundo Boretto, la otra don Francisco Sessano y la otra don Luis Pairelli.
El quedó como había empezado, sin nada, pero en esos años de guerra había mucha miseria, no había nada - en una oportunidad, yo era pibe, ya me arrimaba ahí, fabricamos equipos girasoleros enderezando las chapas de cinc con las macetas de madera le sacábamos las canaletas para hacer las bateas de los girasoleros. En ese ínterin, por ahí después de que termina la guerra, se reactiva todo, entonces el vuelve a re pensar en hacer cosechadoras.
Viene un señor de Pilar, que fue el que puso la fabrica de pianos en Pilar. Este señor le ofrece poner el capital - eso antes de poner la fábrica de pianos - necesario para montar una fábrica pero en Pilar, Santa Fe y el dice no, quiero ponerla en San Vicente y no aceptó y el otro señor puso la fábrica de pianos en Pilar y el se quedó acá. Después de que hicimos la jaula, el le propuso a Lazzarino y a Andrés Bernardin de volver a hacer maquinas, porque Bernardin había vendido la fábrica y como no había quedado muy conforme con la operación, entonces decidieron hacerla y Bernardin lo apoyaba. Empezamos a hacer la primer máquina y yo me acuerdo bien de don Andrés, el venía con un DKW de esos de dos cilindros, llegaba a eso de las 6 menos diez de la tarde cuando iban dejaban de trabajar, y miraba la maquina y silbaba, y la miraba, se quedaba y cuando se iba toda la gente Lorenzo se arrimaba y empezaban a hablar entre ellos dos. La vez que venia, hasta las una de la mañana ni se acordaban de ir a comer, ni nada, hablaban y hablaban de la máquina y sus proyectos... por ahí a lo mejor iban a jugar al billar a un bar, para distraerse un poco pero seguían hablando de la máquina.
Cuando la primer máquina se termina de fabricar, Telmo Lazzarino hace una fiesta, un asado para los obreros y viene don Andrés también y empiezan - a el le gustaba cantar en italiano - y tomaron un poco de más, se descompuso don Andrés, lo llevan al sanatorio y murió.