viernes, 30 de noviembre de 2018

Ancol H-1500-H

En un contexto económico en el que se implementaba el plan de Martínez de Hoz ,cuyo resultado fue un proceso de importaciones masivas y un efecto desastroso sobre la industria, donde grandes empresas industriales cerraron sus plantas: General Motors, Peugeot, Citroën, Chrysler, Siam, Deca (Deutz-La Cantábrica), la planta de vehículos utilitarios de Fabricaciones Militares, Aceros Ohler, Tamet, Olivetti, y miles de medianas y pequeñas empresas industriales ,el establecimiento metalúrgico AN-COL apostó al lanzamiento de la Maquina pulverizadora motorizada H 1500 H. Tan bella como imponente, esta pesada argentina obnubilaba los sentidos de quienes podían admirarla.

Era producida por el establecimiento metalúrgico AN-COL, Arroto Seco, provincia de Santa Fe.-

Inicio de fabricación: 1977?
Fin de fabricación: 198X
Origen: Argentina

Motor: Ford 221, árbol de levas lateral
Ciclo: Otto 4 tiempos, válvulas a la cabeza
Cilindrada (cm3): 3620
N° cilindros: 6 en línea, verticales
Diámetro x carrera (mm): 93,5 x 87,9
Potencia (CV @ RPM): 137 @ 4000
Par Motor (mkg @ RPM): 28 @ 2800
Relación de compresión: 8,2 a 1
Refrigeración: circulación de agua.
Combustible: nafta súper
Filtro de combustible: celulósico, en seco.
Sistema de combustible: carburador Holley, doble boca
Filtro de aire: seco, elemento de papel / en baño de aceite.
Filtro de aceite: unidad sellada de celulosa.

Motor: Perkins 6-305, árbol de levas lateral.
Ciclo: Diésel 4 tiempos, válvulas a la cabeza.
N° de cilindros: 6 en línea
Cilindrada (cm3): 5000
Diámetro x Carrera (mm): 91,4 x 127
Potencia al volante (CV): 75 a 2000 r.p.m.
Potencia en la polea (CV): 70,06 a 2000 r.p.m.
Par motor (kgm): 30,1 a 1.250 r.p.m.
Relación de compresión: 17,4 a 1.
Orden de encendido: 1-5-3-6-2-4.
Sistema de combustible: inyección indirecta
Alimentación: Bomba inyectora marca CAV.
Combustible: Gas oil
Filtro de combustible: dos; primario y secundario (el primario con taza de sedimentación).
Filtro de aire: en baño de aceite (normal 30 o similar) con prefiltro ciclónico.
Refrigeración: agua, dos circuitos, con bomba agua, termostato y ventilador.

Tracción: 4x2 trasera
Embrague: monodisco en seco.
Tanque de plástico con capacidad de 1500 litros.
Bomba a turbina de alta presión, dobles impulsores marca Pelton, mando de la misma con cajas de cambio para mayor o menor caudal.
Plataforma de 29 surcos estaba compuesta por dos brazos con dos alargues plegables, llave de paso para fumigar en forma completa o parcial (suprimiendo los alargues), según cultivo.
Caño de bajada para pasar mata yuyos o bien pulverizar papas, maíz, trigo, soja y legumbres.
Paso libre bajo los ejes era de 1,15 m.
Suspensión delantera.
Sistema purificador de aire para interior de cabina.
Rodado delantero / trasero 7,50x20" / 9.5x24"

jueves, 8 de noviembre de 2018

Ellos en la historia Argentina: Tractores que hicieron al país (2° parte)

En el año 1966 Fahr abandonaba la producción de tractores, asumiendo DeCa sus unidades y en 1969, Massey Ferguson adquirió la mayor parte de Hanomag. Durante la década del 70 el capital en la rama se centralizó en 4 fabricantes.
Para 1972, la planta de Fiat, ahora en Sauce Viejo, provincia de Santa Fe, estaba preparada para producir 10.000 unidades anuales.
Deutz, en Haedo, ocupaba 1.700 obreros y podía producir 5.000 anuales.
Massey Ferguson contaba con una planta en Baigorria, Santa Fe, y más de 1.000 empleados. John Deere podía fabricar 6.000 anuales; en 1974 fabricaron 4.919 tractores de cuatro modelos entre los 43 y los 102CV. Las producciones de la gama entre 18 y 35 HP ya se habían abandonado por considerarse anti económicas, ya que el mercado local era demasiado pequeño para justificar su producción.
El año 1974 fue el año récord de la producción argentina de tractores: 24.573 fabricados, 24.883 vendidos, 4.233 exportados.
Una serie de motivos propició el fenómeno, según Proyección Rural: el crecimiento de la capacidad adquisitiva del sector agrícola, descenso de los niveles de precios comparados, exenciones impositivas, apoyo crediticio, y el cumplimiento de la vida útil de las unidades vendidas entre 1960-61. Estos niveles compensaron el congelamiento de precios que el gobierno había establecido sobre la maquinaria agrícola en 1973 y la rebaja del 10 % posterior. Las exportaciones de tractores se iniciaron en el mismo período que las de cosechadoras.
A partir de los primeros años de la década del 80' se produce una apertura económica que posibilitó el ingreso de maquinarias importadas, con lo que la industria nacional enfrenta una agresiva competencia internacional bajo condiciones adversas (debido a su estancamiento tecnológico y la nula competitividad) y junto al productor desarrolla la tecnología elegible en ese momento.
Cabe destacar que en esta década se produce el furor por el tractor articulado, surgiendo algunos fabricantes como Promi, Tortone, Mancini, Macrosa (CIDEF) y Zanello, que ya producía maquinaria agrícola desde principios de los 70's.
Durante la segunda apertura de la economía (década del 90), que coincidente con la convertibilidad en la Argentina, se ordenó mucho más la importación ya que fue a través de algún convenio con fabricantes nacionales, provocando una pérdida de competitividad terrible con las máquinas provenientes del exterior, lo que hizo que muchas de nuestras industrias tuvieran que cerrar sus puertas pasando el peor de los momentos del sector desde que en 1878 Don Nicolás Schneider producía el primer arado nacional.
La evolución económica argentina impone una fuerte reconversión de la industria que hoy se observa en numerosas exposiciones del país, con productos nacionales de primera calidad mundial, sin tener que envidiarle nada a los demás países productores de máquinas agrícolas del mundo.

martes, 6 de noviembre de 2018

Ellos en la historia Argentina: Tractores que hicieron al país (parte 1)

El tractor en la Argentina y su sociedad: Indudablemente el tractor es una de las maquinarias más populares en nuestra sociedad. La asociamos inevitablemente al campo y también para que negarlo, a piropos varios. Desde el primer tractor Pampa desarrollado en Córdoba por Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), con la asistencia técnica de Fiat hasta el más evolucionado siempre ha cumplido con sus funciones principales para el productor agropecuario: facilitar las labores, incrementar el rendimiento de la labor agrícola, coayuda de las labores agrícolas entre otras. Los invito a viajar conmigo para conocer su historia en el país.
Con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial el mercado interno de tractores se abastecía por importaciones y se desarrolló una extensa red de comercialización. Con el cierre del comercio mundial por la guerra, la demanda de mercaderías agrarias argentinas disminuyó, y el comercio interno de maquinaria agrícola se retrajo.
En diciembre de 1951 se sancionaba el decreto 26056 por el cual se declaraba de interés nacional la fabricación de maquinaria agrícola y sus repuestos.
Hacia 1952 ya se diseñaba un plan para la instalación de fábricas en el país.
Mediante el decreto 4076 del 11 de agosto de 1952, se creó la primera fábrica nacional de tractores, y se autorizó a las Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME). En 1953, IAME comenzó a fabricar el modelo Pampa, basado en el tractor alemán Lanz Bulldog de 1930. El Pampa era un modelo obsoleto y tenía mucha vibración, la cual resultaba nociva para el tractorista.
En 1954, el gobierno decidió convocar a licitación internacional. Se presentaron varias firmas. Entre ellas, las más importantes fueron SAME, Landini, Hanomag, Deutz, Fahr, Massey Ferguson, Ursus, Volvo y Fordson. Sin embargo, las divisas para importaciones no alcanzaban a cumplir los planes propuestos motivo por el cual, se decidió reducir el plantel de firmas, descartándose las ofertas de David Brown y de SAME.
Hasta 1956, la industria nacional armaba unidades introducidas desde el exterior, mientras se equipaban las plantas. Desde 1959 se introdujeron los tractores que por exigua demanda no se fabricaban en el país. En abril de 1954, por contrato entre el estado argentino y Fiat, se entregaron a esta última las instalaciones de la planta de tractores de IAME en Ferreyra, Córdoba.
En 1957 se sancionó el decreto ley 15.385, por el cual se declaraba de interés nacional la producción de tractores. Se establecía a partir de ello un mínimo de un 40 % de valor nacional de cada unidad para ser considerado dentro de ese régimen, valor que iría en progresivo aumento. Además se establecían primas a la producción y se eximía del impuesto a las ventas a los tractores nacionales. Hanomag y Deutz no se acogieron al régimen instaurado por el decreto 15.385 y como consecuencia se vieron obligados a fabricar sus primeros tractores en asociación con Cura y La Cantábrica respectivamente.
En 1958 se anuncia la instalación de la fábrica de John Deere Argentina S.A.I.C. en la localidad de Granadero Baigorria, Santa Fe. John Deere incorporaba a sus actividades a quién había sido su representante por varias décadas: Agar Cross.
El 12 de febrero de 1959 se sancionó el decreto 1424 el cual establecía que las nuevas fábricas instaladas deberían completar un 80 % de la inversión en el tercer año, y comenzar con un 40 % de integración nacional para aumentar al doble en cuatro años. Se agregaba que la firma que cumpliera con esos cupos recibiría 15 pesos moneda nacional por cada dólar de valor CyF de la unidad completa. Por otro lado, se establecieron recargos para quien no alcanzara un mínimo de 40 % de valor nacional por unidad.
La producción nacional se concentró en las gamas de alta potencia y durante este período, algunas empresas diversificaron su oferta, mientras que otras se concentraron en una gama o cambiaron a lo largo de estos años. Una vez que se consolidó la industria y que Fiat se hizo cargo del grueso de la producción, la fabricación del Pampa disminuyó hasta discontinuarse a comienzos de los ’60. En 1964, RyCSA también salía del mercado. La prensa deslizaba que fue excluida por no dar cumplimiento al régimen legal.
Continuará….