martes, 1 de abril de 2014

Forzani

En 1936, se construye la primera cosechadora automotriz. Y fue acá, en Zenón Pereyra, fabricada por la firma Osvaldo y Atilio Forzani S. R. L., con la marca “Forzani”.
Los pioneros y creadores de tan notable equipo para la industria agrícola, eran oriundos de la vecina localidad de Esmeralda. Ellos, antiguamente, explotaban la usina y la fábrica de hielo locales. Posteriormente, con el correr de los años llega la cooperativa y el sistema eléctrico intercomunicado, y la usina dejó de funcionar. Los emprendedores hermanos toman el rumbo metal-mecánico que brindó a la industria nacional algunos de sus mejores productos. Todavía hoy, hay personas que identifican a Zenón Pereyra con esta marca.
En esta fábrica trabajó mucha gente. El dinero quedaba en el pueblo, ya que todos sus empleados cobraban puntualmente y lo invertían en el comercio local, en la compra de televisores, heladeras, etc. La empresa siempre se mantuvo con recursos propios porque la ganancia era volcada en inversiones de materiales y demás.
La primera unidad cosechadora, se vendió en 1937 al Sr. Juan Broda. La misma tenía motor internacional MW a magneto y a manija agricolera. Otros motores fueron colocados: Continental, Mercedes Benz 1112 y 1114, Ford Thames, Perkins 4 cilindros. Se colocaba lo que se conseguía en el mercado, considerando las restricciones de su aprovisionamiento por la contienda mundial.
Posteriormente la empresa fue dirigida por Irmo y Oreste Forzani.  
El peso de la máquina era de cuatro mil doscientos kilogramos, para cosecha fina. En un año la fábrica alcanzó la producción de cincuenta unidades. La marca ofrecía una amplia gama de máquinas y equipos para la agricultura. Además de las mencionadas cosechadoras de granos, fabricaba enfardadoras de pasto de arrastre, enfardadoras de pasto automotrices, tolvas graneras, recolectoras de cereales, desparramadores de paja, y cabezales girasoleros. También colocó cosechadoras orugas para pantanos, marca ‘Urvig’, las cuales fueron vendidas para las zonas arroceras de la Provincia de Entre Ríos.
La cantidad de empleados llegó hasta un pico de cincuenta, cifra muy importante para un pueblo como Zenón Pereyra. La última cosechadora fue fabricada en 1969 y adquirida por el Sr. Francisco Bovo. En 1981 se indemnizó al personal remanente y se procedió a su cierre. No hubo salvataje, no hubo políticas de rescate para las familias despedidas, perdiendo el pueblo la única industria de ese momento. Lamentable, el cierre de una empresa líder ubicada en la región agrícola por excelencia en el centro de la pampa húmeda que tampoco importunó a los gobiernos de turno. Estos hombres cuyo único aprendizaje fue el trabajo y su enorme dedicación e ingenio, eran muy prácticos y realmente artesanos, pero desgraciadamente no eran ni financistas, ni políticos. El cierre de las industrias de origen nacional, como fue este caso, fue un anticipo de lo que luego, en épocas más recientes, llevaron al país casi al abismo económico. Si bien breve, este es un sincero y merecido homenaje a estos genuinos emprendedores.
Los Forzani pertenecieron a la época donde soñar no era imposible. . . Y merecen un sitial de honor.

Vista de la planta de Zenón Pereyra

1 comentario:

Raúl Beceyro dijo...


Me ha dado mucha alegría leer su artículo sobre las cosechadoras Forzani, además, me abrió las puertas para la evocación, nací en Zenón Pereyra el mismo año en que se construyeron las primeras cosechadoras! En nuestros país, salvo con algunas excepciones, sigue siendo poco conocido el período de la formación y desarrollo de nuestros pueblos de provincia, que fue de vital importancia para el país, gracias por encarar esta difusión.

Marilín Contardi
Colastiné Norte- Santa Fe