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sábado, 19 de julio de 2014

Balbi

A fines de la década del 30', más precisamente si nos situamos en 1938, es el momento en el cual en la localidad santafesina de Sastre y Ortiz, Pedro Balbi dio el puntapié inicial para la producción de su primera trilladora. Así, recibió colaboraciones, ya que hubo algunos vecinos que pusieron parte del capital para ponerla en funcionamiento.
LA PRIMERA COSECHADORA: Un lapso de un año le llevó la fabricación de esta unidad en la cual trabajaron seis personas y a posteriori se llevó a cabo la puesta en marcha en la localidad de Sastre en un cultivo de trigo, en el campo de los hermanos Martino.
Poniendo en contexto las cifras y el potencial productivo de la empresa, se puede afirmar que el éxito fue muy grande para una empresa tan pequeña (se vendieron cerca de una veintena de unidades) todo esto pese a ser una copia fiel de una importantísima máquina canadiense y quienes primero se interesaron en adquirir una trilladora fueron dos contratistas: Bautista y Florentino Bossi.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA: En las provincias de Córdoba (específicamente la zona de Sacanta, San Basilio y Hernando en el centro y sur de la provincia) y Buenos Aires y en pueblos como María Susana (ubicado en el oeste de la provincia de Santa Fe), estuvieron radicados los principales agentes que recibieron el mayor caudal de unidades fabricadas por el establecimiento.
PROVEEDORES EXTERNOS, PRODUCTOS INDUSTRIALES Y OCUPACIÓN INDUSTRIAL: las cosechadoras Balbi supieron utilizar impulsores importados de marcas Deering y Waukesha, el conjunto de transmisión y diferenciales Ford, los cernidores Miretti y las zarandas Carra. La única rama de fabricación fueron las cosechadoras, aunque produjeron cabezales para girasol. La empresa llegó a tener treinta obreros en su época más importante
EL OCASO: Balbi cerró en 1942 y posteriormente todas las máquinas y herramientas fueron vendidas a Carlos Mainero, mientras que el mobiliario fue entregado a la empresa Cramaco (la cual se especializa en la fabricación de alternadores y grupos electrógenos). Respecto al resto de los activos de la empresa en 1947, más precisamente un 1° de octubre de ese año, la firma Cragnolino Hnos SC que estaba dedicada al comercio de cereales, se hace cargo de la planta fabril, que había cesado sus actividades en la esquina de Av. Gral. López y Rivadavia para el año 1942.
RELATOS FAMILIARES: «Yo nací en la fábrica, mi papá se emocionaría si viera todo esto. No podría creer que todo el esfuerzo de aquellos años ahora se valore», le decía, con ojos vidriosos, afirmó Marta Balbi, hija de don Pedro Balbi a Clarín Rural.
Como corolario de este artículo, se puede concluir que Balbi estuvo a la vanguardia del agro, simplificando las tareas obteniendo más y mejores cosechas, pero sin el éxito o suceso que hubiesen querido sus fundadores y allegados.