domingo, 9 de marzo de 2014

Cinal-For

Fundada en el año 1974 por su actual Socio-Gerente, inicia sus actividades con la fabricación de bombas y comederos para hacienda. Hacia el año 1984 inclina su producción hacia la fabricación de pulverizadores de arrastre y en 1987 incorpora los autopropulsados. Continuando con la innovación tecnológica en el 2004 lanza al mercado el atomizador frutihortícola el cuál le permite ofrecer a sus clientes la línea completa de pulverizadores. La misma va en equipos de arrastre desde los 200 litros de capacidad hasta los 3700 y en equipos autopropulsados desde los 2500 a los 3400.- Además, contamos con equipos para cultivo de granos y otros desarrollados específicamente para papa y tabaco como así también con máquinas para silos y atomizadores para árboles frutales.
Desde entonces, CINAL-FOR desarrolla nuevos conceptos tecnológicos que convierten excepcionales a sus productos. Actualmente lanzamos al mercado la nueva Pulverizadora New Star 3400 BT, aprobada por el Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR) y supervisada por el INTA y el pulverizador de arrastre de 4200 litros.
Con una visión a la excelencia CINAL-FOR trabaja para ofrecer al hombre de campo un producto fuerte y con gran precisión para que el usuario tenga la máxima confianza en el producto adquirido. CINAL-FOR tiene como objetivo desarrollar productos a la medida de su cliente, para ello trabaja junto al hombre de campo analizando e incorporando todas las sugerencias y modificaciones realizadas, siempre manteniendo nuestro compromiso de fabricar productos de gran fortaleza y con la última tecnología existente.

viernes, 7 de marzo de 2014

Deutz (DeCa / Deutz-Fahr)


Desde 1884, la empresa alemana Deutz AG tenía un representante en Buenos Aires. La filial local se fundó en el año 1900, y se denominó “Cía. de Motores Otto Deutz”, dedicada a la comercialización de motores y tractores y camiones hasta 1959.
En 1953, dos años antes del derrocamiento de Perón y dos antes de la instalación de la planta de tractores de IAME con apoyo de FIAT, la Klöckner-Humboldt-Deutz iniciaba tratativas para radicarse en Argentina mediante una licitación internacional del gobierno argentino, haciéndose efectiva tres años después.
Cabe destacar que entre 1956 y 1959 se ensamblaron tractores con un muy alto porcentaje de piezas importadas, ascendiendo a un total de 5650 unidades.
El 19 de Agosto de 1959, con la fusión de las empresas Cantábrica S.A. y Klockner-Humboldt-Deutz de Colonia, Alemania Federal, se constituye la empresa DECA DEUTZ Argentina S.A. como subsidiaria de KHD con el objeto de producir en nuestro país tractores, motores, camiones y ómnibus de la marca Deutz. Poco tiempo después, a fines de ese año, se inicia en los talleres de la empresa la producción de tractores Deutz y motores Otto Deutz.
En 1959 se presenta el primer tractor fabricado en el país por Deutz: el A55 y en 1965 el A30. Así, la primera generación de tractores se compuso por los siguientes modelos: A30, A35, A40, A45, A50, A55, A70 y A110. Todos montando motores de la serie 514.
Las inversiones continúan y el 26 de Octubre de 1962 se inaugura la segunda planta en la localidad de Haedo, vecina a la primera. Las instalaciones ocupaban 12.000 m2 de superficie cubierta levantados en un predio de 12 hectáreas. En su discurso inaugural, el Vicepresidente de la empresa y a su vez Presidente de la casa matriz alemana, Ingeniero Enrique Jakopp, destaco el hecho de ser la primera inversión de la empresa fuera del país desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. El personal ocupado se incrementa notablemente pasando de los 102 integrantes iniciales en 1959 a 1.130 personas en 1963.
Para 1969 hacen su debut los primeros exponentes de la segunda generación de tractores con motores de la serie 1114 y 413: el Fahr D131F y en 1970 los Deutz A85, y Fahr D66F. 1971 es el año donde ve la luz el Deutz A46V y 1974 el Deutz A144, el cual montaba motores de la serie 2114.
Los Deutz A52 y A72 comenzaron a producirse a mediados de la década del 70'.
A mediados de la década del 70', se abre la importación y empiezan a llegar tractores de origen alemán, pero a la par en 1979 se presenta la tercera generación de tractores donde se llaman directamente Deutz-Fahr, amalgamando las dos líneas de tractores: el Deutz-Fahr AX 120 y AX 80. Pero en 1983 y otra vez con las importaciones acotadas se presenta el AX 160. El otro modelo que forma parte es el AX 100. Todos ellos ya montando impulsores de la serie 913 con y sin turbo.
La cuarta generación de tractores se presenta en 1988 y da el puntapié inicial el AX 4.120 para después recibir también en 1990 al AX 4.140 y posteriormente en 1992 el AX 4.190; el resto de la gama se componía con los siguientes modelos: AX 4.60, AX 4.75, AX 4.100, AX 4.160 y AX 4.170.
1996 es un año bisagra para la marca en Argentina: estrena la 5ta generación de tractores con el modelo AX 5.80 y prosigue un año después (1997) con el AX 5.190, completando la gama con los AX 5.65, AX 5.100, AX 5.125, AX 5.145 y AX 5.170.
En 1998 se establece DEUTZ AGCO MOTORES S. A., empresa resultante del Joint Venture entre DEUTZ AG de Alemania y AGCO Corporation, es subsidiaria de la marca de origen alemán en Argentina y una de las tres compañías reconocidas oficialmente como fabricante de motores DEUTZ – bajo licencia – fuera del país europeo.
Con más de 120 años de presencia en el país, y más de medio siglo de producción nacional ininterrumpida, DEUTZ fabrica en el país Motores de las Series 913 y 1013, en el rango de 34 a 295 CV, y Grupos Electrógenos de 33 a 230 kW de potencia.
Con personal altamente capacitado, la Red de Concesionarios oficial DEUTZ brinda Asistencia Técnica Post-Venta y Repuestos Legítimos en más de 60 puntos distribuidos en todo el país, a la vez que le otorga el Asesoramiento que Ud. y su empresa necesiten para la adquisición del producto que más se ajuste a sus necesidades.
En 2013 se anunciaron inversiones por $ 11 millones que se destinarán al reequipamiento tecnológico de la planta y al lanzamiento para los próximos años de un nuevo producto, los motores Deutz Serie 914 de actual producción en Alemania –que cumple con todas las normas existentes de medio ambiente-
En 2016 se presenta la tan esperada serie 914, con algunos cambios con respecto a la 913 y a mediados de año, inicia la producción.

Deutz / Deutz-Fahr / Deutz-Allis fabricados en Argentina

S.I.A.D.A.
Deutz F1L514 / Deutz F2L514 / Deutz F3L514 / Deutz F3M417 / Deutz F2M417

LA CANTÁBRICA
Deutz D-30 / D-35 / D-55 / D-70

Deutz A-30 / A-35 / A-40 - A-40P / A 45 / A 50 / A 55 / A 70 / A 70-26 / A 110

Deutz A 46 S-V / A 52 / A 65 - A 65 "cañero" / A 72 / A 85 / A 100 / A 130 / A 144

Deutz-Fahr AX 80-S - AX 80-C / AX 100-S / AX 110 L / AX 120-S - AX 120 / AX 160-S - 160-F

Deutz-Fahr AX 3.100 L / AX 3.120 

Deutz-Fahr AX 4.60 - AX 4.60 y AX 4.75 Super Despeje / AX 4.75 / AX 4.100 / AX 4.120 / AX 4.125 ST - DT / AX 4.140 / AX 4.145 / AX 4.160 / AX 4.170 / AX 4.190

ETAPA AGCO
Deutz AX 5.65 / AX 5.100 / AX 5.125 / AX 5.145
Deutz AX 5.80 Superdespeje
Deutz-Fahr / Deutz AX 5.80
Deutz-Allis 5.125 L

miércoles, 5 de marzo de 2014

FerTec

FERTEC es una empresa líder en desarrollo, producción y comercialización de equipos para aplicación de fertilizantes sólidos, minerales correctivos y residuos orgánicos, enfocando sus esfuerzos en los requerimientos de la nueva generación de productores agrícolas. Sintetiza en sus productos, Alta calidad de producto, Innovación Tecnológica en sistemas de aplicación precisa y controlada, e investigación permanente. FERTEC ofrece al mercado mundial la línea más grande de equipos Fertilizadores de Arrastre del mercado, siendo estos los elegidos por los productores agrícolas más exigentes dadas sus destacadas prestaciones y su compatibilidad con tecnologías de Agricultura de Precisión. FERTEC produce actualmente diferentes modelos de FERTILIZADORES AUTOPROPULSADOS, el máximo nivel de desarrollo a nivel mundial en materia de fertilización, destacándose por su gran calidad, autonomía de trabajo, alta eficiencia del sistema de aplicación y sobresalientes características de su planta motriz

lunes, 3 de marzo de 2014

IAME / DINFIA Pampa - T01 / T02

El decreto presidencial nº 4075 del 11 de Agosto de 1952 autorizó a IAME a “crear la Fábrica de Tractores dependientes de la misma, con la misión de producir por sí y en cooperación con la industria privada, tractores íntegramente nacionales”.
Basado en el modelo alemán Lanz, el primer prototipo estuvo terminado el 7 de octubre de ese año. El 31 de diciembre ya se encontraban prestando servicio en carácter experimental (tirando arados de 4 rejas), las primeras 15 unidades equipadas con motor nacional de dos tiempos y 55 HP.
Este tractor de origen alemán era también fabricado en Italia por la firma Landini, en Australia por Kelly & Lewis of Springvale, en Francia bajo el nombre "Le Percheron" por la Société Nationale de Construction Aeronautic du Centre y en gran cantidad en Rusia y luego en Polonia con el nombre de Ursus.
En junio de 1952 se inició la fabricación de una serie de diez prototipos que fueron probados en explotaciones agrícolas privadas de diferentes puntos del país.
Para la producción del Pampa se contó con la asistencia técnica de Fiat a través de acuerdos de cooperación celebrados en 1952 a través de los decretos 4075 y 8187 del 11 de agosto y 7 de octubre respectivamente.
A pesar de las dificultades técnicas en la fabricación y la competencia extranjera, el producto tuvo la aceptación de los productores agropecuarios y su precio inicial de $85000 les resultaba accesible, llegando luego a los $ 326000; inflación mediante. De todos modos, el precio estaba debajo del costo.
Su producción se mantuvo hasta 1963, alcanzándose la cifra de 5000 unidades.

Lugar de fabricación: Ferreyra, provincia de Córdoba.

Inicio de fabricación T01 / T02: 1952 / 1955
Fin de fabricación T01 / T02: 1955 / 1963
Origen: Alemania

Motor: semi Diesel, horizontal
Ciclo: 2 tiempos
Cilindrada geométrica (cm³): 10388
N° de cilindros: monocilíndrico
Diámetro x carrera del pistón (mm): 225 x 260
Potencia normal máxima a la polea (HP): 55
Potencia máxima barra de tiro (HP): 50
Relación de compresión: 5 a 1
r.p.m. mínima: 350 r.p.m. máxima: 750
Presión media efectiva (kg/cm2): 3,25
Lubricación: a presión con bomba múltiple a pistones. Recuperación con bomba de engranajes.
Combustible recomendado: Diesel Oil.
Puede usarse Gas Oil o Kerosene y previo acondicionamiento del motor aceites minerales o vegetales
Consumo de Diesel Oil: 6,5 a 7 litros/hora
Consumo de aceite (cm3 / h): 454
Refrigeración: agua, enfriamiento por termosifón.
Diámetro de la polea 500 mm
Tracción: 4x2 trasera
Caja de velocidades: engrajanes rectos, por grupos
Velocidades en baja (km/h): 3 (1° 3,8; 2° 5,1; 3° 6,8)
Velocidades en alta (km/h): 3 (1° 12; 2° 16; 3° 22)
Velocidades hacia atrás (km/h): 2 (1° 4,9; 2° 15)
Freno de pie: trasero.
Freno de mano: en la caja de velocidades.
Rodado delantero/traseros: 7,50x20" / 13,50x28"
Arranque: manual o con motor de arranque.
A ignición eléctrica y nafta. Batería: 1x94Ah.
Por precalentamiento del culatín con Diesel.

ABASTECIMIENTOS
Cantidad de depósito de Diesel Oil (litros): 90
Cantidad del depósito de nafta (arranque) (litros): 5
Líquido refrigerante (litros):
Cárter aceite motor (litros):

DIMENSIONES
Peso total (kg): 3500
Trocha (mm): 1473
Longitud total (mm): 3390
Distancia entre ejes (mm): 2037
Ancho total (mm): 1780
Altura del chasis (mm): 260

Tractor Pampa (Historia)

Cercano a los años 50 en Esperanza (ciudad cercana a Santa Fe Capital - primera colonia agrícola argentina, con lo mucho que ello significa siendo el agro) allí, el entonces General Presidente Juan Perón, hilvanó otro capitulo de nuestra eterna novela de odios y amores con Estados Unidos de Norteamérica y de ella nace “EL PAMPA”.
Perón, en un encendido discurso pronunciado, declaro la guerra comercial a los Estados Unidos de Norteamérica. Y fue bien claro, al decir que si los americanos querían pintar sus casas de madera con el aceite de lino que hasta entonces les proveímos, tendrían que traer las mismas a la Argentina... Chanzas aparte, una gran preocupación surgió entre los asistentes, ya que la mayor parte de la maquinaria agrícola era de origen americano, y se dice que los tractores en particular escaseaban, y que era necesario ser afiliado al partido peronista para conseguir uno. Para solucionar el problema el Presidente, anuncio "los fabricaremos en nuestro país, en tres meses estará listo en marcha el primero de una gran serie". Costaba mucho creerlo.
Como a esa altura no se tenia tan siquiera idea de que tractor fabricar, y la promesa estaba lanzada, lo primero que se hizo fue una encuesta...un grupo de expertos recorrió la ruta 9 desde Buenos Aires hasta Córdoba, ingresando a cada establecimiento rural para preguntar cual era el tractor que mejor funcionaba y era mas sencillo de copiar.
El mas votado fue el tractor Lanz Bulldog, de origen Alemán, producido en Mannheim, era también fabricado en Italia por la firma Landini, en Polonia con el nombre de Ursus y en Francia como Le Percheron. Las razones eran varias, ya que se trataba de un motor muy sencillo, de un solo cilindro, que trabajaba por autoencendido y que solo requería un calentamiento previo a la puesta en marcha, para lo que se utilizaba una lámpara a bomba alimentada con kerosén, eliminándose así todo componente eléctrico.
Como el combustible Diesel-oíl entonces escaseaba, este tractor también ofrecía la ventaja de aceptar una mezcla preparada con kerosene y aceite usado, y hasta aceite o grasa animal. Su potencia permitía reemplazar también a las viejas calderas de vapor que se utilizaban para mover las trilladoras estacionarias de trigo y lino.
Cuando la encuesta estuvo lista, ya se habían consumido gran parte de los tres meses disponibles, de manera que había que apurar el trámite, decidiéndose entonces importar desde Uruguay dos tractores Lanz. Uno de ellos fue íntegramente desarmado y sus innumerables partes desparramadas en el piso de un galpón desocupado perteneciente a I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), en Córdoba. Todos los industriales con posibilidades de fabricar alguna pieza fueron convocados, y a muchos de ellos se les proveyó de maquinas, materiales y herramientas. El plazo era imposible de cumplir, claro, pero como el prestigio estaba en juego, algo había que hacer. Es así que al segundo Lanz se le reemplazo la parte frontal, único lugar donde aparecía la marca Lanz, por una fundida y maquinada localmente, que decía "Pampa – I.A.M.E. - Industria Argentina", enmarcada por una insignia que contenía un engranaje atravesado por dos alas. Completado el camuflaje al reemplazar el color azul por un llamativo anaranjado, entonces el 7 de octubre de 1952 fue puesto en marcha el primer Pampa, se lo llevo a Buenos Aires, y se lo mantuvo en marcha durante varios días al pie del Obelisco, al lado de una bandera Argentina. El pueblo, ajeno a este proceso, una vez mas se asombraba. El 31 de diciembre del mismo año se completaron 15 unidades que salieron a recorrer el país, en carácter experimental, arrastrando un arado de cuatro rejas, Efectuando exitosas demostraciones.
Luego se instalo una fabrica en una nueva planta en Estación Ferreira, el 28 de junio de 1954 efectúa su primera entrega de tractores para su comercialización, compuesta de 12 unidades. I.A.M.E. luego del golpe militar de 1955 cambia su nombre a DINFIA (DIrección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas). La cantidad de tractores Pampa fabricados desde 1952 hasta 1963 es de 3760 unidades, que se vendieron a un precio inicial de $ 85.000 o llegando luego a los $326.000; inflación mediante. De todos modos, el precio estaba debajo del costo.

Diario La Capital (Rosario); mediados de 1960.
Diario La Capital; 1961
Diario La Capital; 1962

sábado, 1 de marzo de 2014

Daniele

Allá por 1927 en la localidad de Seeber (Córdoba) don Simón Daniele construye su primera cosechadora con la firma ByA Fiorito, denominándola cosechadora Fiorito sistema Daniele. Esa cosechadora, fabricada en Seeber, fue denominada cosechadora Fiorito sistema Daniele Nº 17. Con este modelo, nacía una historia que tendría años de éxito y logros. 
Hacia 1934 se establece en Porteña formando la firma J. S. Daniele y Cía. Soc. Col.
Si bien marcó un hito en el crecimiento económico de Porteña, fue motor de desarrollo en lo económico, social, cultural, educativo y demográfico. En estos 4 últimos aspectos su rol fue decisivo.
Más de 100 empleados (en su más próspero momento), lo que significaban 100 familias, se vieron beneficiados con el emprendimiento.
La fábrica significó un ambiente de inclusión social e interacción humana, de amistad, de igualdad, y trabajo digno para ellos, sirviendo los sueldos a todas esas familias para edificar su propia o primera vivienda, satisfacer las necesidades básicas de todo el grupo familiar y sostener el estudio de cientos de hijos.
La fábrica dio la posibilidad e inculcó la necesidad de la educación a los hijos de aquellos trabajadores, surgiendo así los primeros colegios secundarios de la localidad, los que siempre contaron con el apoyo económico de la empresa. En torno a sus instalaciones se fue consolidando el crecimiento demográfico y la edificación urbana, el proceso más importante luego del de la fundación de la localidad.
La fábrica también propulsó y financió infinidad de proyectos comunitarios, tales como los dos torneos internacionales de atletismo desarrollados en Porteña y las torres que hoy siguen iluminando la cancha de fútbol de P.A.C.y D.; fue el broche de oro en casi 30 exposiciones en la Fiesta Provincial del Agro de nuestra localidad, participó en otras tantas en el interior de la Argentina y en el exterior (Bogotá 1986). Apoyó, en síntesis, a todas las instituciones del medio.
Como hecho destacado, me gustaría remarcar el profundo sentimiento de pertenencia de todos quienes pasaron por la fábrica para con su lugar de trabajo. Los talleres además de ser testigos de la fabricación de cosechadoras, también lo eran de alegrías, anhelos, proyectos, éxitos y tristezas particulares que se compartían a diario en las charlas de trabajadores, entre los cuales “los Daniele” eran uno más.
Ese fue el cariño por "la fábrica" que ellos supieron inculcar a sus hijos, nietos, y bisnietos y que hoy persiste en toda familia porteñense.
La inconfundible sirena, marcó durante 60 años ininterrumpidos el ritmo de vida de las familias de Porteña: marcó el fin del descanso, el comienzo de las mañanas y el transitar de cientos de bicicletas que se dirigían a los galpones; la hora del almuerzo, el fin de las siestas, y la vuelta a casa del trabajo...marcó también cada año nuevo que se iniciaba, y esto, yo sí lo conservo como un hermoso recuerdo de mi infancia.

ORIGENES: En 1924 se trasladaron todos al pueblo de Seeber. Simón, Esteban y Francisco decidieron incursionar en una nueva actividad: la fabricación de maquinarias. Quizás lo habían imaginado en sus años de juventud, entre una trilla y otra, en las horas de descanso. Quizás esto era un sueño, un desafío... Tal vez fue una mezcla de todas estas cosas lo que permitió que los tres dejaran aflorar sus ideas y pusieran en práctica sus habilidades para los trabajos de herrería y mecánica.
En Seeber, ya existía una rudimentaria fábrica de implementos agrícolas, Fiorito SRL, la cual fabricaba una cosechadora de arrastre tracción a sangre que llevaba ese mismo nombre pero que necesitaba una reforma. Simón fue quien se encargó de planificar y poner en práctica la reforma. De esta manera, la máquina pasó a llamarse Fiorito Sistema Daniele.

Como siempre lo recuerda mi abuelo Ceferino, la primera cosechadora que fabricaron en Seeber fue vendida a la familia Blangino (amigos de la familia Daniele). Debido a que los Blangino se mudaron a Colonia Tirolesa unos años después de la compra, se llevaron la máquina en un tren que pasaba por Seeber.
Otro recuerdo a rescatar de las entrevistas que realizadas a mi abuelo a lo largo de la producción de este trabajo es que Simón, en sus momentos de descanso, imaginaba modelos de máquinas, las dibujaba en las paredes de su dormitorio y por las mañanas, plasmaba esas ideas en hojas de papel.
Luego, realizaba todos los cálculos que le eran necesarios para la futura fabricación de las mismas.
A principios del año 1934, debido a problemas económicos, la primera fábrica de maquinarias que había surgido en Seeber dejó de funcionar. Simón y Francisco se trasladaron a San Francisco, donde realizaron tareas para la industria Miretti.
DANIELE Y SENOR, UNA ESTRECHA RELACIÓN: entre los Senor y Daniele había una estrecha relación, no solo industrial sino también de amistad ya que en sus inicios Daniele llegó a utilizar algunos componentes mecánicos de Senor (como las poleas, elementos de transmisión varios, cajas de rodamientos, etc). Así, se puede entender que Daniele se apoyó mucho en el conocimiento y la experiencia de Senor para desarrollarse industrialmente.

REGRESO: En agosto de 1934, decidieron regresar, pero no a Seeber, sino asentarse en la localidad de Porteña. Un mes después, Esteban arribó a Porteña con su familia y se unió al proyecto de sus otros dos hermanos. Primeramente comenzaron a trabajar en un taller cuyas instalaciones fueron alquiladas al Sr. M. Bianciotti, ubicadas en Bv. 25 de Mayo esq. José Ingenieros (hoy Tamagnini Hnos.). Allí montaron lo necesario para realizar trabajos de tornería, soldadura y reparación de implementos y máquinas importadas.
A fines del año 1935, los hermanos Daniele compraron un pequeño terreno al Señor Bernardino Biglia. Así quedó establecida la Sociedad J.S. Daniele y Cia. La pequeña fábrica creció hasta abarcar 1 manzana completa (determinada por las calles Av. Simón Daniele, Rivadavia, Lavarello y Roque Sáenz Peña). Mientras continuaban con reparaciones de maquinarias importadas, comenzaron a diseñar técnicamente sus propios modelos de máquinas.

SE FORMA LA SOCIEDAD: En 1939 se formó la sociedad colectiva J.S. Daniele y Cia. y 10 años después se transformó en J.S.
Daniele y Cia S.R.L. con un capital social de 4000000 de pesos.
En 1962 la empresa se transformó en J.S. Daniele S.A.I.C.F. con un capital autorizado de 25000000 de pesos, del cual se ha integrado 100 millones.
De esta manera, la fábrica Daniele se convirtió en una de las más importantes de la Argentina. Sus maquinarias se representaron en todo el país, como así también en los países latinoamericanos a los cuales se exportaba.
El trabajo en serie de la fábrica y la capacidad de su personal obrero y especializado, le ha permitido lograr una producción de extraordinaria calidad abaratando los costos. El espíritu abnegado del fundador, su afán de progreso, su inquietud visionaria gobierna los pasos de la empresa, orgullo del país.
En tiempos en los que la fábrica había ganado importancia y reconocimiento, una situación crítica desestabilizó la producción.
La importante producción de J.S. Daniele - que se distribuía en todo el ámbito del país -, se tradujo en más de 1500 unidades de las auto cosechadoras en sus dos modelos: la D-105 y la J.S. 61. Además fabricó recolectores de cereales, tolvas para trilla a granel, equipos girasoleros y acoplados para transporte de plataformas. También sale de los talleres una línea completa de repuestos para las distintas unidades.

LOS PRIMEROS 22 AFORTUNADOS: entre 1937 y 1938 se vendieron 22 cosechadoras, siendo a partir del número 17 de tipo automotriz. Apellidos como Prunotti, Favaro, Sclerandi, Sandrone, Grazziano, Estevez y Martínez, Rossi, Canello Hnos, Tacite Hnos, Balbo Hnos, Peretti & Rivarosa, Filippa, Massini Hnos, Piumetto Hnos, Curto Hnos, Asteggiano Hnos (la 1° automotriz), Grimi, Grossi, Fochini y Castellaro los primeros clientes de la marca.

RECORD DE VENTAS El 28 de febrero de 1964, hubo un hecho que marcó su impronta para siempre. Es que la fábrica, a través de su concesionario Davel de Pizzol, de la localidad bonaerense de Saladillo, vendió 12 cosechadoras Daniele D-105 a la firma Carlos Blaquier, propietario de la Estancia La Biznaga S.A, ubicada en el Partido de Roque Pérez, Buenos Aires. Estaban equipadas con motor Diesel Concord 60, provista con recolector de cereales y girasolero, y 8 de ellas fueron con plataforma para maíz marca Mainero”

ÚLTIMOS TIEMPOS: Durante la dictadura militar (1976-1981), la conducción económica de Martínez de Hoz con su política de “deslealtad” hacia las industrias nacionales hizo que J.S. Daniele entrara en una etapa de decadencia. Nunca más se recuperó la capacidad de producción.
Por este motivo, en 1988, se produjo el cambio de la firma empresaria y así surgió la última etapa de la historia de la fábrica Daniele.
Cerró sus puertas en 1993 y como dato de interés desde 1937 hasta 1993, se fabricaron en total 3404 cosechadoras.

*** En parte de este documento, se citan relatos de familiares y trabajadores de la empresa.