Publicado en: Revista Pulso No. 117. pag. 10 y 12. 05 agosto 1969. Buenos Aires, Argentina.
EL LÍMITE DE LA DEMANDA: Los azares de una industria sobredimensionada.
Rheinstahl Hanomag Cura SA se niega a confirmar las versiones circulantes sobre la compra de su paquete accionario por parte de Massey Ferguson Ltda. “Recién después del 20 de agosto podremos hablar del tema”. Todo hace presumir entonces que para esa fecha la empresa alemana-argentina, dedicada a la fabricación de tractores, decidirá dar a conocer las razones de su hermetismo. Las causas. ¿Cuáles son los motivos de preocupación e inquietud que permiten que esos rumores adquieran dimensiones significativas?
La respuesta es muy simple. Las exigencias de la demanda de tractores esta limitada a unas 10.000 unidades anuales y, para cubrir dichas necesidades existen cuatro empresas: Fiat-Concord, John Deere, Deca-Fahr y Hanomag-Cura, cuyas plantas están sobredimensionadas a tal punto que abastecen el mercado interno con solo el 42% de su capacidad instalada.
“Ello significa que para alcanzar una economía de escala que permita a estas empresas desenvolverse con holgura, el volumen de producción de cada una de las fabricas existentes debería ser varias veces superior al actual, encontrándose en estos momentos ante un factor de distorsión de costos sumamente grave”. Así lo hizo saber a PULSO el doctor Ernesto Pallerada, presidente de la Asociación Argentina de Fabricantes de Tractores. Si a ello se agregan los apremios por los que atraviesa actualmente el sector agropecuario, se alcanza a comprender el frágil equilibrio que liga a estas cuatro empresas y que, por otra parte, se debaten en un mercado restringido, en una competencia que solo contribuye a elevar aun más los costos. Es probable que hasta tres de las fábricas de tractores sobren en el mercado. Y mas aun, si el sector agropecuario no logra aumentar su demanda de unidades, podría hasta prescindir de las cuatro reemplazándolas por una de armado que atienda el total del abastecimiento interno. Un poco de historia. Sin embargo las cuatro empresas existen, son reales y son producto de una depurada decantación que arranca en 1957 con la sanción del decreto-ley No. 15.385, en el que se establecen las bases para el desarrollo de la fabricación de tractores en nuestro país, declarando a esta industria de interés nacional. En aquel decreto-ley se liberaba de recargos aduaneros a la importación de hasta el 30% de partes y piezas que se incorporasen a los productos terminados; se condicionaba la importación de tractores completos a que no estuvieran cubiertas las necesidades por la industria local y se creaba el Consejo de la Industria de Tractores, con asiento en la actual Secretaria de Industria y Comercio Interior, que atendía el desarrollo de ese sector industria. Es precisamente el doctor Victorino O. Rodríguez, secretario del citado Consejo quien ayudo a historiar un poco.
“Ya en 1958 -manifiesta- 21 empresas presentaron solicitudes para acogerse a este régimen preferencial, entre las que se encontraba Massey Ferguson. Todas esas firmas, y las que posteriormente se incorporaron, fueron pasando por el tamiz del mayor abastecimiento de productos nacionales y mas rápida integración de estas partes durante los años siguientes y por la mayor capacidad técnica, económica y financiera”. De esta forma desaparecen del mercado los tractores Pampa, fabricados por DINFIA, después de haber tenido la responsabilidad de promocionar esta industria, RyCSA, Fahr Argentina, que en 1966 fue absorbida por DECA SA., y otras. Así se fue evolucionando.
Ya en 1963, la aparición del decreto 8.980 establece el régimen que, con algunas modificaciones, prorrogas e incorporaciones, rige actualmente y que establece la admisión libre de derechos de importación del 7% de parte y piezas integrantes de un tractor completo, 2% con el 100% de recargos, y 1% con el 300%. Hoy los tractores nacionales están integrados con mas del 92% de producción local y ocupando 4.400 personas en las plantas terminales. Pero lo más importante de este decreto es reconocer que “las fábricas instaladas aseguran una producción suficiente de tractores en el país para atender la demanda de unidades”. Razón por la cual incluye el artículo 16 en el que menciona que “a partir de la fecha del presente decreto, no podrán aprobarse propuestas de nuevas fábricas de tractores dentro del régimen especial”. Ahora, este vigoroso decreto junto con una considerable serie de antecedentes, esta siendo estudiado por el Departamento de Asuntos Jurídicos de la Subsecretaria de Industria, a cuyas autoridades se han dirigido alarmados los fabricantes de tractores (menos Hanomag, por supuesto) poniendo en antecedentes al doctor Raúl J. Peycere de los motivos que los intranquilizan.
Lo trascendido: Hasta el momento se sabe que Massey Ferguson, de capitales anglo-canadienses, habría comprado el capital accionario de Cura Hermanos -la importante metalúrgica rosarina que se unió a la firma alemana alrededor de 1958- que alcanza el 34% del total de la empresa Hanomag Cura. Quiere decir que solo restaría a Hanomag ceder el 17% de sus acciones para que el timón de la compañía cambie de comandante lo que, como adelantamos, podría suceder el 20 de agosto. La asociación de Massey Ferguson con Hanomag Cura no se reduciría a un simple convenio de licencias, como se ha deslizado, por el cual esta empresa comenzaría la producción de tractores Massey. La fiema anglo-canadiense tiene una envergadura mundial. Ya esta operando en el mercado latinoamericano en Brasil, Colombia y México. El ingreso a la Argentina le permitiría un dominio mucho mayor de este mercado y la participación en la ALALC un mayor grado de complementación en virtud de la concesión de ventajas de la integración. Con esto, podría lograr un elevado nivel de economía merced a la utilidad de un proyecto industrial desarrollado a nivel regional. En este sentido es importante destacar que Deca, y hace unos días también Fiat, fabrican tractores en Brasil, lo que indicaría que la integración latinoamericana estaría aportando valiosas soluciones a los ahogos del mercado.
El mangrullo de Granadero Baigorria: Mientras tanto, la gente de John Deere apunta los prismáticos hacia sus vecinos de Granadero Baigorria -Hanomag Cura- y prontamente transmitieron a sus compañeros de desvelos un significativo mensaje: durante aproximadamente 15 o 20 días estuvieron en aquella localidad santafesina un grupo de expertos de habla inglesa (podrían ser anglo-canadienses) verificando los libros contables e inspeccionando las instalaciones de Hanomag. Massey no es un aprendiz de empresa. Su interés de penetrar en el mercado argentino no es seguramente para contentarse con el 10% de participación que le corresponde a Hanomag Cura.
Y su expansión, quizás con modelos de mayor hp y de menos peso para tractores livianos, por ejemplo, no podrá lograse a través de un aumento en la demanda, sumamente rígida hasta mediano plazo por lo menos. No es necesario esforzar mucho la imaginación para comprender entonces, la preocupación de los recurrentes al Secretario de Industria y Comercio Interior solicitando las garantías que emanan del régimen preferencia. Fiat Concord, que controla el 40% de las ventas, y John Deere, 25%, poseen un sólido respaldo financiero mientras que la composición del capital de DECA SA requeriría un ingente esfuerzo para mantener su 25% de operaciones.
En síntesis, una serie de inversiones que solo un incremento en la demanda del sector agropecuario podría justificar.
http://www.apuntonews.com/2010/11/el-limite-de-la-demanda.html