lunes, 3 de marzo de 2014

Tractor Pampa (Historia)

Cercano a los años 50 en Esperanza (ciudad cercana a Santa Fe Capital - primera colonia agrícola argentina, con lo mucho que ello significa siendo el agro) allí, el entonces General Presidente Juan Perón, hilvanó otro capitulo de nuestra eterna novela de odios y amores con Estados Unidos de Norteamérica y de ella nace “EL PAMPA”.
Perón, en un encendido discurso pronunciado, declaro la guerra comercial a los Estados Unidos de Norteamérica. Y fue bien claro, al decir que si los americanos querían pintar sus casas de madera con el aceite de lino que hasta entonces les proveímos, tendrían que traer las mismas a la Argentina... Chanzas aparte, una gran preocupación surgió entre los asistentes, ya que la mayor parte de la maquinaria agrícola era de origen americano, y se dice que los tractores en particular escaseaban, y que era necesario ser afiliado al partido peronista para conseguir uno. Para solucionar el problema el Presidente, anuncio "los fabricaremos en nuestro país, en tres meses estará listo en marcha el primero de una gran serie". Costaba mucho creerlo.
Como a esa altura no se tenia tan siquiera idea de que tractor fabricar, y la promesa estaba lanzada, lo primero que se hizo fue una encuesta...un grupo de expertos recorrió la ruta 9 desde Buenos Aires hasta Córdoba, ingresando a cada establecimiento rural para preguntar cual era el tractor que mejor funcionaba y era mas sencillo de copiar.
El mas votado fue el tractor Lanz Bulldog, de origen Alemán, producido en Mannheim, era también fabricado en Italia por la firma Landini, en Polonia con el nombre de Ursus y en Francia como Le Percheron. Las razones eran varias, ya que se trataba de un motor muy sencillo, de un solo cilindro, que trabajaba por autoencendido y que solo requería un calentamiento previo a la puesta en marcha, para lo que se utilizaba una lámpara a bomba alimentada con kerosén, eliminándose así todo componente eléctrico.
Como el combustible Diesel-oíl entonces escaseaba, este tractor también ofrecía la ventaja de aceptar una mezcla preparada con kerosene y aceite usado, y hasta aceite o grasa animal. Su potencia permitía reemplazar también a las viejas calderas de vapor que se utilizaban para mover las trilladoras estacionarias de trigo y lino.
Cuando la encuesta estuvo lista, ya se habían consumido gran parte de los tres meses disponibles, de manera que había que apurar el trámite, decidiéndose entonces importar desde Uruguay dos tractores Lanz. Uno de ellos fue íntegramente desarmado y sus innumerables partes desparramadas en el piso de un galpón desocupado perteneciente a I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), en Córdoba. Todos los industriales con posibilidades de fabricar alguna pieza fueron convocados, y a muchos de ellos se les proveyó de maquinas, materiales y herramientas. El plazo era imposible de cumplir, claro, pero como el prestigio estaba en juego, algo había que hacer. Es así que al segundo Lanz se le reemplazo la parte frontal, único lugar donde aparecía la marca Lanz, por una fundida y maquinada localmente, que decía "Pampa – I.A.M.E. - Industria Argentina", enmarcada por una insignia que contenía un engranaje atravesado por dos alas. Completado el camuflaje al reemplazar el color azul por un llamativo anaranjado, entonces el 7 de octubre de 1952 fue puesto en marcha el primer Pampa, se lo llevo a Buenos Aires, y se lo mantuvo en marcha durante varios días al pie del Obelisco, al lado de una bandera Argentina. El pueblo, ajeno a este proceso, una vez mas se asombraba. El 31 de diciembre del mismo año se completaron 15 unidades que salieron a recorrer el país, en carácter experimental, arrastrando un arado de cuatro rejas, Efectuando exitosas demostraciones.
Luego se instalo una fabrica en una nueva planta en Estación Ferreira, el 28 de junio de 1954 efectúa su primera entrega de tractores para su comercialización, compuesta de 12 unidades. I.A.M.E. luego del golpe militar de 1955 cambia su nombre a DINFIA (DIrección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas). La cantidad de tractores Pampa fabricados desde 1952 hasta 1963 es de 3760 unidades, que se vendieron a un precio inicial de $ 85.000 o llegando luego a los $326.000; inflación mediante. De todos modos, el precio estaba debajo del costo.

Diario La Capital (Rosario); mediados de 1960.
Diario La Capital; 1961
Diario La Capital; 1962

sábado, 1 de marzo de 2014

Daniele

Allá por 1927 en la localidad de Seeber (Córdoba) don Simón Daniele construye su primera cosechadora con la firma ByA Fiorito, denominándola cosechadora Fiorito sistema Daniele. Esa cosechadora, fabricada en Seeber, fue denominada cosechadora Fiorito sistema Daniele Nº 17. Con este modelo, nacía una historia que tendría años de éxito y logros. 
Hacia 1934 se establece en Porteña formando la firma J. S. Daniele y Cía. Soc. Col.
Si bien marcó un hito en el crecimiento económico de Porteña, fue motor de desarrollo en lo económico, social, cultural, educativo y demográfico. En estos 4 últimos aspectos su rol fue decisivo.
Más de 100 empleados (en su más próspero momento), lo que significaban 100 familias, se vieron beneficiados con el emprendimiento.
La fábrica significó un ambiente de inclusión social e interacción humana, de amistad, de igualdad, y trabajo digno para ellos, sirviendo los sueldos a todas esas familias para edificar su propia o primera vivienda, satisfacer las necesidades básicas de todo el grupo familiar y sostener el estudio de cientos de hijos.
La fábrica dio la posibilidad e inculcó la necesidad de la educación a los hijos de aquellos trabajadores, surgiendo así los primeros colegios secundarios de la localidad, los que siempre contaron con el apoyo económico de la empresa. En torno a sus instalaciones se fue consolidando el crecimiento demográfico y la edificación urbana, el proceso más importante luego del de la fundación de la localidad.
La fábrica también propulsó y financió infinidad de proyectos comunitarios, tales como los dos torneos internacionales de atletismo desarrollados en Porteña y las torres que hoy siguen iluminando la cancha de fútbol de P.A.C.y D.; fue el broche de oro en casi 30 exposiciones en la Fiesta Provincial del Agro de nuestra localidad, participó en otras tantas en el interior de la Argentina y en el exterior (Bogotá 1986). Apoyó, en síntesis, a todas las instituciones del medio.
Como hecho destacado, me gustaría remarcar el profundo sentimiento de pertenencia de todos quienes pasaron por la fábrica para con su lugar de trabajo. Los talleres además de ser testigos de la fabricación de cosechadoras, también lo eran de alegrías, anhelos, proyectos, éxitos y tristezas particulares que se compartían a diario en las charlas de trabajadores, entre los cuales “los Daniele” eran uno más.
Ese fue el cariño por "la fábrica" que ellos supieron inculcar a sus hijos, nietos, y bisnietos y que hoy persiste en toda familia porteñense.
La inconfundible sirena, marcó durante 60 años ininterrumpidos el ritmo de vida de las familias de Porteña: marcó el fin del descanso, el comienzo de las mañanas y el transitar de cientos de bicicletas que se dirigían a los galpones; la hora del almuerzo, el fin de las siestas, y la vuelta a casa del trabajo...marcó también cada año nuevo que se iniciaba, y esto, yo sí lo conservo como un hermoso recuerdo de mi infancia.

ORIGENES: En 1924 se trasladaron todos al pueblo de Seeber. Simón, Esteban y Francisco decidieron incursionar en una nueva actividad: la fabricación de maquinarias. Quizás lo habían imaginado en sus años de juventud, entre una trilla y otra, en las horas de descanso. Quizás esto era un sueño, un desafío... Tal vez fue una mezcla de todas estas cosas lo que permitió que los tres dejaran aflorar sus ideas y pusieran en práctica sus habilidades para los trabajos de herrería y mecánica.
En Seeber, ya existía una rudimentaria fábrica de implementos agrícolas, Fiorito SRL, la cual fabricaba una cosechadora de arrastre tracción a sangre que llevaba ese mismo nombre pero que necesitaba una reforma. Simón fue quien se encargó de planificar y poner en práctica la reforma. De esta manera, la máquina pasó a llamarse Fiorito Sistema Daniele.

Como siempre lo recuerda mi abuelo Ceferino, la primera cosechadora que fabricaron en Seeber fue vendida a la familia Blangino (amigos de la familia Daniele). Debido a que los Blangino se mudaron a Colonia Tirolesa unos años después de la compra, se llevaron la máquina en un tren que pasaba por Seeber.
Otro recuerdo a rescatar de las entrevistas que realizadas a mi abuelo a lo largo de la producción de este trabajo es que Simón, en sus momentos de descanso, imaginaba modelos de máquinas, las dibujaba en las paredes de su dormitorio y por las mañanas, plasmaba esas ideas en hojas de papel.
Luego, realizaba todos los cálculos que le eran necesarios para la futura fabricación de las mismas.
A principios del año 1934, debido a problemas económicos, la primera fábrica de maquinarias que había surgido en Seeber dejó de funcionar. Simón y Francisco se trasladaron a San Francisco, donde realizaron tareas para la industria Miretti.
DANIELE Y SENOR, UNA ESTRECHA RELACIÓN: entre los Senor y Daniele había una estrecha relación, no solo industrial sino también de amistad ya que en sus inicios Daniele llegó a utilizar algunos componentes mecánicos de Senor (como las poleas, elementos de transmisión varios, cajas de rodamientos, etc). Así, se puede entender que Daniele se apoyó mucho en el conocimiento y la experiencia de Senor para desarrollarse industrialmente.

REGRESO: En agosto de 1934, decidieron regresar, pero no a Seeber, sino asentarse en la localidad de Porteña. Un mes después, Esteban arribó a Porteña con su familia y se unió al proyecto de sus otros dos hermanos. Primeramente comenzaron a trabajar en un taller cuyas instalaciones fueron alquiladas al Sr. M. Bianciotti, ubicadas en Bv. 25 de Mayo esq. José Ingenieros (hoy Tamagnini Hnos.). Allí montaron lo necesario para realizar trabajos de tornería, soldadura y reparación de implementos y máquinas importadas.
A fines del año 1935, los hermanos Daniele compraron un pequeño terreno al Señor Bernardino Biglia. Así quedó establecida la Sociedad J.S. Daniele y Cia. La pequeña fábrica creció hasta abarcar 1 manzana completa (determinada por las calles Av. Simón Daniele, Rivadavia, Lavarello y Roque Sáenz Peña). Mientras continuaban con reparaciones de maquinarias importadas, comenzaron a diseñar técnicamente sus propios modelos de máquinas.

SE FORMA LA SOCIEDAD: En 1939 se formó la sociedad colectiva J.S. Daniele y Cia. y 10 años después se transformó en J.S.
Daniele y Cia S.R.L. con un capital social de 4000000 de pesos.
En 1962 la empresa se transformó en J.S. Daniele S.A.I.C.F. con un capital autorizado de 25000000 de pesos, del cual se ha integrado 100 millones.
De esta manera, la fábrica Daniele se convirtió en una de las más importantes de la Argentina. Sus maquinarias se representaron en todo el país, como así también en los países latinoamericanos a los cuales se exportaba.
El trabajo en serie de la fábrica y la capacidad de su personal obrero y especializado, le ha permitido lograr una producción de extraordinaria calidad abaratando los costos. El espíritu abnegado del fundador, su afán de progreso, su inquietud visionaria gobierna los pasos de la empresa, orgullo del país.
En tiempos en los que la fábrica había ganado importancia y reconocimiento, una situación crítica desestabilizó la producción.
La importante producción de J.S. Daniele - que se distribuía en todo el ámbito del país -, se tradujo en más de 1500 unidades de las auto cosechadoras en sus dos modelos: la D-105 y la J.S. 61. Además fabricó recolectores de cereales, tolvas para trilla a granel, equipos girasoleros y acoplados para transporte de plataformas. También sale de los talleres una línea completa de repuestos para las distintas unidades.

LOS PRIMEROS 22 AFORTUNADOS: entre 1937 y 1938 se vendieron 22 cosechadoras, siendo a partir del número 17 de tipo automotriz. Apellidos como Prunotti, Favaro, Sclerandi, Sandrone, Grazziano, Estevez y Martínez, Rossi, Canello Hnos, Tacite Hnos, Balbo Hnos, Peretti & Rivarosa, Filippa, Massini Hnos, Piumetto Hnos, Curto Hnos, Asteggiano Hnos (la 1° automotriz), Grimi, Grossi, Fochini y Castellaro los primeros clientes de la marca.

RECORD DE VENTAS El 28 de febrero de 1964, hubo un hecho que marcó su impronta para siempre. Es que la fábrica, a través de su concesionario Davel de Pizzol, de la localidad bonaerense de Saladillo, vendió 12 cosechadoras Daniele D-105 a la firma Carlos Blaquier, propietario de la Estancia La Biznaga S.A, ubicada en el Partido de Roque Pérez, Buenos Aires. Estaban equipadas con motor Diesel Concord 60, provista con recolector de cereales y girasolero, y 8 de ellas fueron con plataforma para maíz marca Mainero”

ÚLTIMOS TIEMPOS: Durante la dictadura militar (1976-1981), la conducción económica de Martínez de Hoz con su política de “deslealtad” hacia las industrias nacionales hizo que J.S. Daniele entrara en una etapa de decadencia. Nunca más se recuperó la capacidad de producción.
Por este motivo, en 1988, se produjo el cambio de la firma empresaria y así surgió la última etapa de la historia de la fábrica Daniele.
Cerró sus puertas en 1993 y como dato de interés desde 1937 hasta 1993, se fabricaron en total 3404 cosechadoras.

*** En parte de este documento, se citan relatos de familiares y trabajadores de la empresa.

viernes, 28 de febrero de 2014

jueves, 27 de febrero de 2014

AUMEC

Tal vez, una de las fábricas de cosechadoras y repuestos mediante desarrollo propio más jóvenes del país sea Aumec S.A.
Esta empresa surge en Arequito en 1959, en ruta 92 y Belgrano, a 89 Km. de la ciudad de Rosario, por inquietud de dos personas con experiencia en la materia, uno de ellos Celino Audoglio, mecánico tornero de reconocida capacidad y que había trabajado en la fábrica Senor de San Vicente y La Margariteña de Colonia Margarita y Constantino Mecozzi, calificado mecánico de automotores, maquinarias y motores Diesel.
Ambos se proponen probar un prototipo de cosechadora para luego iniciar la fabricación en serie de la misma, este proyecto se lleva adelante en tanto se formaliza la sociedad que conformará la nueva empresa, en fecha 28 de agosto de 1958 y que se denominará Aumec, derivado del apellido de los iniciadores AU/doglio MEC/ozzi. A lo largo de más de tres décadas desarrolló distintos modelos de máquinas cosechadoras.
Al ser probada la unidad experimental en la cosecha de trigo de ese año y comprobado su funcionamiento, se decide su fabricación que comienza en 1959, con 6 unidades aumentando a 15 en 1960 y luego incrementándose hasta 60 o 70 unidades anuales de los modelos AM y luego MD hasta finales de esa década. Formaron la sociedad los Sres.: J. Noccelli, Giuliano, Hnos. Mecozzi, Hnos. Audoglio, Calvetti, Demaría, Sassena, H. Abratte, Hnos. Monti, Formento y J. Campá. Promediando los años 60 el capital social ronda en aproximadamente pesos moneda nacional veinte millones teniendo en ese tiempo unos 45 obreros en planta. Las cosechadoras Aumec gozaron de un buen prestigio tanto a nivel nacional como en países vecinos, siendo preparadas también para trilla de porotos y de arroz en terrenos pantanosos. La empresa trabajó bajo el rubro: Aumec S.A., fabrica de máquinas agrícolas.
En la actualidad fabrica acoplados (tanques de 3000 y 6000 litros y acoplados playos), accesorios (esparcidores y desparramadores), mono tolvas de 12000, 20000 y 23000 litros, equipos (embolsadoras de granos) y presta diversos servicios al agro (reforma plataforma a Draper). Así, incluye la incorporación de un sistema hidráulico independiente Sauer Danfoss para el accionamiento de las lonas transportadoras WCCO Belting, importadas de Canadá.

Planta industrial sobre la Ruta Provincial 92.

martes, 25 de febrero de 2014

Bernardin

BERNARDIN abrió sus puertas en 1925 de la mano de su fundador, Don Andrés Bernardín.
Hijo de inmigrantes italianos, a base de ingenio y esfuerzo, Don Andrés, como se lo llamaba, llevó adelante la fábrica por más de 25 años.
En sus tiempos este hombre fue un verdadero revolucionario de las técnicas de cosecha con múltiples invenciones, algunas de las cuales, como el cabezal maicero, han tenido vigencia hasta nuestros días en todo el mundo.
En el transcurso de los años, muchos han sido los modelo de máquinas fabricadas, desde aquella “Corta y Trilla” de tracción a sangre y llantas de hierro, hasta las unidades producidas hoy, diseñadas y construidas con las tecnologías más modernas. Esta es la razón por la cual compiten en calidad y precio con las demás marcas del mundo sin abandonar el “Estilo Argentino” que caracteriza la maquinaria agrícola de nuestro país: fortaleza, durabilidad, practicidad y economía.
Durante sus 85 años de permanencia en el mercado, la empresa ha ido desarrollado permanentemente nuevos modelos ajustándose continuamente a las nuevas tecnologías.
Por el caso de la mayoría de los cilindros de cosechadoras colocados eran de origen ingles, ya que su material era mas duro que los americanos. Es mas había maquinas con cilindros ingleses ya que eran fundición de materiales de rezagos de guerra Con una tradición muy arraigada en el campo de la maquinaria agrícola, BERNARDIN no solo ha participado en el mercado con cosechadoras de granos. Pulverizadoras autopropulsadas y de arrastre, picadoras de forraje, tanques para riego, cabezales para girasol y maíz, además de la producción de un sin número de accesorios, han sido productos desarrollados por la firma.
Uruguay, Paraguay, Venezuela, Bielorrusia, España, la Federación Rusa y Ucrania son los destinos comerciales que se han desarrollado en los últimos años, países que presentan gran potencialidad receptiva para los productos BERNARDIN.
La empresa Agroindustrial San Vicente, fabricante de los productos Bernardin, fue adquirida en 2014 por el grupo Alfaterra. Además de la inyección de capital que supuso la operación, el cambio de manos también trajo aparejado la decisión de reinsertarse en el mercado interno, tras una fase en donde la actividad estuvo enfocada en la fabricación de productos para la exportación y repuestos. El regreso comercial de Bernardin no es un dato menor, ya que se trata de una de las marcas con más historia en el mercado nacional de la maquinaria, con casi 90 años de trayectoria en el país. Por eso se buscó un marco adecuado: la reciente edición de Agro Activa.
En los últimos tiempos, la compañía centró su actividad en operaciones de comercio exterior, principalmente a Venezuela. Actualmente, fabrica entre dos y cuatro máquinas por mes para exportar a ese mercado. La relación comercial con el país caribeño data de varios años, pero a principios de 2014 se complicó ya que se registraron cambios en la legislación venezolana, lo cual demora los embarques. No obstante, desde el interior santafesino continúan trabajando para concretar los envíos.
El objetivo de las nuevas autoridades es duplicar la producción al volver a ofrecer productos para el mercado interno, manteniendo la cantidad de envíos a Venezuela.
En la planta trabajan más de 40 personas y confían en crecer en el mediano plazo a raíz de la reinserción prevista.
Tractores (importados desde Bielorrusia?)
B190 DT-A
B227 DT-A
B260 DT-A
Bernardin Conventional Tractors
Bernardin Rigid 4WD Tractors
Cosechadoras 
M10 M11
M15
M17
M19
M20
M21
M23
Bernardin M24 / M24A / M24B
M25 (QUE SALIO A LA VENTA COMO M2000 FUTURA)
Bernardin Brava M-25
Bernardin Brava M25 H
Bernardin M2120 combine
Bernardin M2120 Hydro 
Bernardin M2140
Bernardin M2160
Bernardin K-G-6 "Poliese"

domingo, 23 de febrero de 2014

Senor

La marca SENOR se remonta al año 1890 cuando Juan y Emilio Senor, comenzaron sus actividades en la localidad de San Vicente (Provincia de Santa Fe, Argentina) con un taller de herrería y reparación de implementos agrícolas.
Ya en el año 1905 se fabricaban sulkys y carruajes tracción a sangre.
Juan y Emilio Senor fabricaron la primera cosechadora en 1920 y diez años más tarde ya había 155 cosechadoras Senor trabajando en el país.
Cabe destacar que don Andrés Bernardin, trabajó en Senor durante un tiempo, antes de fundar su propia empresa.
La empresa creció de tal manera que en 1986 tiene 400 obreros y empleados, otros 600 que trabajan en empresas subsidiarias y 100 agentes distribuidos en el país.
Con numerosas crisis en la época de los 80's, la empresa entra en bancarrota y cierra definitivamente en 1987.
Posteriormente comienzan a trabajar en la trilla de cereales en parvas con trilladoras accionadas con motor a vapor, incentivo éste que los lleva, en 1920, a construir de su propio ingenio una maquina corta trilla de arrastre que es probada con éxito en la cosecha de trigo de ese año.
Este resultado les permite en el año 1921 encarar la fabricación de este tipo de maquinarias con el nombre de Senor.
Con esta marca reciben el merito de haber sido la primera fabrica sudamericana de cosechadoras que la consagro definitivamente en el agro por su fama y por la importante cantidad de unidades que a través de los años se fabricaban, contándose por millares.
Contaba con una gran sección dedicada únicamente a los repuestos.
LA FAMILIA FANTINO Y SENOR el abuelo de Jorge Fantino (abuelo de Alejandro Fantino) fue encargado de la seccion corte y plegado armado de la parte de chapa de todo lo que pertenecia a la B.3. Fue una persona que le enseño la profesion a muchos empleados, de los cuales varios formaron despues talleres alternativos cuando se jubilo con su hijo, Jorge supo tener 3 Cosechadoras B.4.
EL APOGEO DE LOS 60'S Y 70'S se debe tener en cuenta que en los años 1960-1970 producían de 450 a 500 unidades al año de los modelos ya automotrices B3, J.E. 40, J.E. 50, además de otros implementos como recolectores de girasol y maíz contando con unos 700, obreros que trabajaban directa o indirectamente para la fabrica.
En 1987 cerró sus puertas, pero fue recuperada años después en 1992 en Roldán, Santa Fe mediante Gustavo y Rodolfo Senor que conformaron GyR SRL, la firma que tiene registrada la marca “Senor” al igual que el dominio de internet www.senor.com.ar.
En 2003, realiza un acuerdo con la metalúrgica CyM de Soldini, para la fabricación de una cosechadora bajo la marca Senor, que se vendió escasamente y al poco tiempo cesó su producción.

Vista de la fábrica

Fuente: Danilo Senor