martes, 5 de agosto de 2014

BI.CU.PI.RO (historia)

Metalúrgica dedicada a la producción de cajas barredoras (accesorios repuestos), des obstructoras cloacas, recolección residuos industriales, recolectores residuos, trituradoras cuchillas, trituradores residuos, volquetes.
Fundada en 1940, Juan Bautista Cuffia fabricaba recolectoras de maní.
Su tan particular nombre, deriva de las primeras dos letras de cada uno de sus socios: BIanco - CUffia - PInciroli - ROmero.
Su slogan era "del sur al norte argentino, con implementos BICUPIRO".
Produce maquinarias para casi todas las municipalidades del país y varios países del exterior. Llegó a tener hasta 140 trabajadores en su planta.
Cambio de manos: En 2009, en medio de versiones cruzadas y desmentidas, la firma fue vendida por Omar Cuffia al empresario venezolano Salomón Yehia.
En 2011, la denominación social Elephantos S.A. se hace cargo de BI.CU.PI.RO y de su marca registrada.

COMO ANEXO, una nota a Oscar Cuffia en 2005 del diario La Voz del Interior. En aquel momento, era el único socio que había quedado en BiCuPiRo.
–Volvamos a su empresa: yo la recuerdo, 20 años atrás, como una firma...
–Grande...
Sí, con alta producción y mucho personal.
–Llegamos a tener 160 empleados. En 2001, caímos a 38 y un día le dije a la familia: no quiero tener más empleados. Me quedo con esto. ¡Ya tengo 100 de nuevo!
–¿Pensó en cerrar en su momento?
–Era una empresa desaparecida. No podíamos luchar contra estafadores. La huida de dinero fue algo planificado, pero también estábamos los estúpidos.
–¿Pero pensó en cerrar tres años atrás o no?
–Se lo planteé a mi familia, porque tengo mis años y me daba cuenta que para remontar esto había que hacer un esfuerzo soberano, empezando por lo financiero.
–¿Y qué hizo entonces?
–Mirar qué había en el mercado. No veíamos la posibilidad de ventas. Entonces, salimos a buscar al personal más leal y nos enfocamos a reparar máquinas que ya habíamos vendido años atrás.
–¿Cuánto vale una máquina de recolección y limpieza?
–Hay de 150 mil pesos, 100 mil, 80 mil, 45 mil. De todo.
–¿Y entonces? ¿Les fue bien?
–La cuestión es así: si un intendente no limpia su localidad, la pasa mal. Nosotros en plena crisis pensábamos que iban a poner a los desocupados a barrer las calles con escobas.
–¿Y cómo seguirá la historia de Bicupiro?
–Es una firma familiar y, por lo tanto, el futuro depende de la familia. Toda empresa familiar requiere un líder, cuyas decisiones no siempre son compartidas. Pero el líder es el tipo que va para adelante.

domingo, 3 de agosto de 2014

SIAM

A los 18 años, Torcuato Di Tella, preguntó a su amigo mecánico, Guido Allegrucci: “¿Puede usted fabricar una máquina amasadora de pan superior a las importadas?” La formulación no era inocente. Corría 1910 y la idea del joven era aprovechar las perspectivas abiertas por una ordenanza municipal que prohibía el amasado a mano.
El cumplimiento de la misma significaba que las panaderías de Buenos Aires necesitarían 700 máquinas. La respuesta de su compañero fue afirmativa y juntos formaron una sociedad que, en 1910 y en plena etapa del modelo agroexportador argentino, patentó la primera máquina de amasar pan bautizada SIAM (Sección Industrial Amasadoras Mecánicas). El producto fue un éxito.
En 1926, Torcuato Di Tella pasó a ser propietario único de la compañía, que se convirtió en Sociedad de Responsabilidad Limitada en 1928, cambiando su nombre a Sociedad Industrial Americana Maquinarias Di Tella Limitada o, como abreviatura, SIAM Di Tella
El éxito de la empresa alentó a sus dueños a expandir la actividad hacia otras áreas productivas. De esta manera fabrican más tarde las exitosas heladeras eléctricas Siam. En los años cincuenta mediante un acuerdo con la firma italiana “Lambretta” comienza la fabricación en Argentina de sus motonetas, conocidas aquí como “Siambretta”.
SIAM Di Tella fue la primera en producir ciertos artículos para la industria y el comercio, tales como diversos tipos de bombas (inclusive bombas para la extracción de petróleo), motores y artefactos domésticos como heladeras y ventiladores.
Luego comienzan a fabricar autos con tecnología inglesa, lo cual era muy arriesgado porque debían competir con gigantes como General Motors o Ford. Los autos son bien recibidos por el mercado. Pero cuando llegó el momento de afrontar el cambio de modelo, para lo cual se necesitaba capital, Siam tuvo dificultades porque ya tenía algunas fábricas trabajando a bajo ritmo. Decidió endeudarse con el Estado en dos formas, por créditos pedidos al Banco Nacional de Desarrollo y dejando de pagar impuestos.
Como no recuperó capacidad de pago, en los años 70, los dueños de la empresa comienzan a darle al Banco Nacional de Desarrollo acciones de la empresa a cambio del pago de los créditos.

Pero la sección de maquinaria pesada, a principios de 1969 firma acuerdos con WABCO (Westinghouse
Air Brake Company) para la producción de motoniveladoras y con International Harvester para los cargadores frontales, cuyas tratativas se venían llevándose desde enero de 1968, donde SIAM anuncia la producción de tres modelos de 115, 125 y 160 HP (imagen de la derecha).
Con la primera nombrada, el vínculo se extendió hasta aproximadamente 1984.
Según la revista Carreteras de enero - marzo de 1968: "SIAM di Tella Ltda. acaba de anunciar que se iniciará en breve, la producción de una línea de motoniveladoras de distinta potencia (115, 125 y 160 HP) bajo la licencia de la empresa norteamericana Westinghouse Air Brake Co fabricantes de los afamados equipos que sucesivamente se llamaron Adams, Le Torneau Westinghouse y WABCO.
El anuncio de esta nueva producción nacional fue formulado por el Ing. Juan Carlos Franck, director general de la división Electromecánica de SIAM di Tella, quien dio a conocer algunas de las características técnicas de las motoniveladoras que se fabricarán, así como algunos de los resultados de los estudios de mercado realizados al considerar la producción de estas máquinas. 
Entre los datos suministrados se destaca el hecho que se estima que en el país existen 3300 motoniveladoras de distinto tipo y que la Argentina podrá estar en condiciones de exportar esta nueva producción a distintos países del continente, pertenecientes a la ALALC.
A pesar de que según los estudios practicados, el mercado podría absorber de 400 a 500 unidades por año, esta firma resolvió ajustar su producción para solamente 200 a 250 unidades anuales, con el fin de evitar alguna eventual capacidad ociosa si la demanda disminuyera o si se estableciera una industria competitiva local.
Para la fabricación inicial se prevé una proporción del 50% de material de procedencia nacional, calculándose que posiblemente esta proporción irá en aumento, según un sistema que ha de quedar establecido en un régimen especial cuya aparición se producirá a la brevedad. Las primeras unidades se entregarán entre octubre y noviembre de este año y luego se proseguirá a un ritmo mayor para alcanzar el tope de producción previsto".

Y en un par de años, el Estado se convierte en el dueño de Siam Di Tella. Pasa toda la crisis del 81-82 y llega el gobierno democrático de Raúl Alfonsín, que decide venderla. La va vendiendo por partes a distintos grupos empresarios a partir de 1986.
Esta opción no da resultado porque la crisis económica se acentúa y porque se potenció con el régimen de convertibilidad de los 90, que afecta a toda la industria nacional.
En esas condiciones, una empresa tan golpeada no podía competir, por lo cual se van cerrando prácticamente todas las plantas de Siam. La gran planta de maquinaria pesada para equipo eléctrico cerró; otras plantas también fueron cerradas y loteadas.
En la década de los 60 llegó a ser la industria metalmecánica más grande de América Latina con casi 15 mil empleados. La historia de SIAM y su fundador, Torcuato Di Tella es una parábola del esplendor y el ocaso de la industria argentina.

La ex Planta Industrial de SIAM Electromecánica, fue comprada por la empresa SADE, siendo la sección SADE-ELECTROMECANICA (Ex SIAM- ELECTROMECANICA). En dicha Planta, perteneciente al Grupo SADE-PEREZ COMPANC, se desempeñaban más de 1200 empleados y se fabricaban:
• Equipamientos Nucleares (Tales como Motores y Generadores de gran Potencia, para Centrales Atómicas de Generación de Energía).
• Maquinarias Viales. (Tal como Motoniveladoras)
• Equipos de Bombeo de Petróleo.
• Motores y Generadores Eléctricos para uso ferroviario y grandes obras.
• Transformadores Eléctricos hasta 500 KV.
• Reparación de Vagones Ferroviarios.

MODELOS PRODUCIDOS
SIAM Payloader H-60B
SIAM Wabco 440
SIAM Wabco 444
SIAM Wabco 660

viernes, 1 de agosto de 2014

Altina

La marca ALTINA tuvo sus orígenes en el año 1953, y desde sus inicios hasta la actualidad se diferenció a través de la innovación, la tecnología y calidad de sus productos.
En un principio logró arraigarse y ser reconocida en el país gracias a uno de sus productos en particular con el cual fue pionera, la Segadora Hileradora Autopropulsada (motriz) ALTINA, que por su gran calidad y funcionamiento de avanzada para aquella época marcó una diferencia notable en el mercado. Fiel muestra de eso, es que hasta el día de hoy pueden verse funcionando en los campos de nuestro país esas mismas máquinas modelo 53 en adelante.
Si bien a través de los años se fueron incorporando distintos productos que eran comercializados bajo la marca ALTINA - como segadoras de acople y desmalezadores (conocidos como “carderas”)-, fue en el año 1983 donde logra un nuevo salto cuantitativo, nuevamente siendo pionera en el país, se lanza al mercado la primera Fertilizadora Neumática para aplicación en cobertura (al voleo) de fertilizantes sólidos. En los años siguientes incorpora a su línea de producción numerosos productos (fertilizadoras para aplicación de fertilizantes líquidos, trituradores de rastrojos y malezas, carros para rollos, balanzones con rastra de dientes, etc.).
En 1991/92 se agranda la familia de fertilizadoras ALTINA con la nueva Fertilizadora Incorporadora Neumática.
En los años 2000/2001 MAMASU S.R.L. vuelve a ampliar la gama de productos ALTINA desarrollando una embolsadora de granos, con la cual fue la marca introductora de este tipo de máquinas en los mercados de Brasil y Paraguay. Luego crea una Extractora de granos con un novedoso sistema de sinfines, obteniendo la 1º patente en este tipo de máquina. En la última década ALTINA siguió abocándose con gran empeño hacia la innovación, y fruto de ese esfuerzo nació una nueva generación de Fertilizadoras Neumáticas, aptas para la aplicación de fertilizantes sólidos en polvo, logrando una notable diferenciación en el mercado por la calidad y uniformidad en la aplicación de fertilizantes sólidos en polvo.
Luego, por necesidad propia de la empresa en búsqueda de una mayor eficiencia en el área de Servicios y Fertilizantes, en el año 2007, se desarrolla y alcanza una nueva innovación: el Guinche-Grúa ALTINA, para el movimiento y traslado de fertilizantes y semillas en big bags (bolsones); en los años sucesivos se desarrollaron diferentes modelos con múltiples usos y aplicaciones (elevación de personas para realizar trabajos en altura, movimiento y traslado de rollos, pallets, etc.), logrando ser líderes absolutos en este tipo de productos de modo sostenido en el tiempo, a través de la fortaleza y características técnicas de los mismos.
Hoy la Agricultura de Precisión es una realidad que nos permite consolidar aún más nuestras máquinas fertilizadoras, diferenciándonos por la precisión y uniformidad en la aplicación, logrando resultados evidentes y comprobables. Por lo tanto seguimos investigando, creando y desarrollando productos para satisfacer la exigente demanda del Productor Agropecuario Argentino y del mundo. "La interrelación: SUELO-PLANTA-MÁQUINA-AMBIENTE, es un conjunto dinámico en continua búsqueda del equilibrio. Lograrlo es obtener mayores rindes, con menores costos, durante más tiempo; ésta es NUESTRA PREMISA"

jueves, 31 de julio de 2014

Famag



A principios de la década del 30', Natalio Michelizzi obtiene la representación para toda la región de las imprentas alemanas "Planeta" y monta un importante taller mecánico donde se realizaba el ensamblaje y el mantenimiento de dichas máquinas.
Esta empresa se llamaba FAMAG S.A. y contaba con unos treinta y cinco empleados, entre obreros y personal administrativo.
Los principales productos eran las grúas sobre orugas, ruedas o camión de 300 a 500 toneladas.
En la segunda mitad de la década del 30', FAMAG era un próspero e importante exponente de la industria metalúrgica: esto le valió la firma de un contrato con la Dirección General de Fabricaciones Militares (comandada por el Gral Manuel Savio), que obliga a Michelizzi a montar nuevas líneas de producción y a abrir una fundición en Wilde, sur del Gran Buenos Aires (que procesaba todo el metal necesario, proveniente mayormente de antiguas vías de ferrocarril en desuso).
Este contrato, primeramente obliga a Michellizzi a reorganizar la empresa, ampliando los talleres monando nuevas líneas de producción y por ello se muda a un nuevo local en la calle Piedras, Capital Federal. Sin embargo lo lleva a tener pérdidas económicas importantes y años más tarde acaba vendiendo FAMAG a un grupo inversor francés (Financiere de Rosario).
Benignno Mochkowsky fue secretario de la Comisión Interna de la fábrica metalúrgica FAMAG, en la localidad bonaerense de Wilde. Integró el aparato de inteligencia del PCA.
También produjo transportadores industriales a cinta, cadena, rodillos, troqueladoras, guillotinas para papel y máquinas herramientas como tornos monopolea, guillotinas para chapas, cilindros para chapas, combinada para madera y tupí.
Con respecto a la faceta agrícola, fabricó espigadoras, deschaladoras de maíz y sembradoras de granos finos.
Según el Boletín Oficial de la República Argentina, del 29 de noviembre de 1951: "TALLERES METALÚRGICOS FAMAG Sociedad Anónima, Registro N° 4441: Convocatoria a Asamblea General extraordinaria para el día 26 de Diciembre de 1951, a las 16 horas en el local Avenida de Mayo N° 981, 3° piso, para tratar la siguiente ORDEN DEL DÍA:
l° Consideración del proyecto de reforma de los estatutos modificando el art. 21
2° Designación de dos personas: accionistas o no, para que tramiten la aprobación de las reformas proyectadas, facultándolos para aceptar las correcciones que le fueran impuestas y que creyeran convenientes.
3° Designación de dos accionistas para aprobar y firmar el acta ele la asamblea. — El Directorio. $150.— e.29!l.l-No fi.54.8-v. 19112)51".
Según el Boletín Oficial de la República Argentina, del 14 de diciembre de 1960: "JUDICIAL. — Por disposición del señor Juez Nacional de Primera Instancia en lo Comercial doctor Carlos Castro Walker, a cargo del Juzgado N*, Secretaría N° 23 se hace saber por 3 días, en autos 'TALLERES METALÚRGICOS FAMAG S. A. c PAGGl RAÚL s/ Ejecutivo" que el martiliero Carlos V Terry rematará el día 18 de diciembre de 1960, a las 10 horas, en la calle Avenida Tiscornia 909, San. Isidro, donde se exhibe, una grúa marca Famag montada sobre orugas, provista de motor **Otto Deutz", sin base, al contado. — Comisión 10 %. Informes: Paraná 552, 6° p., esc 61. TE: 45-3160. Buenos Aires, noviembre 23 de 1960 Francisco Migllardi. secretario $ 1200 e.!2|12 N* 11.687 v.l4-12-6o".

martes, 29 de julio de 2014

Fiat-SOMECA Concord

A partir negociaciones del Brigadier San Martín, en 1954 Fiat compró la planta de tractores de Estación Ferreyra.
El Estado, que ya proyectaba encarar la producción local de tractores, suponía que IAME tenía la capacidad para producir cuatro mil unidades anuales (una osada presunción que se hacía en base al reciente armado de unos trescientos tractores Fiat 55).
Es así que el 11 de agosto de 1952, ocho meses después de ser declarada la industria de maquinaria agrícola de interés nacional, el Estado argentino firmó un convenio con IAME y la Fiat de Turín (que suministraría insumos y asistencia técnica) para crear una fábrica de tractores en Estación Ferreyra, en las inmediaciones de la capital cordobesa, con la misión de “producir por sí y en cooperación con la industria privada tractores íntegramente argentinos” (Decreto Nº 4075/52).
Es así como la política de combinar producción estatal y compras externas concluye a fines de 1953 con el llamado del Ministerio de Industria a una licitación pública para que fábricas de tractores se instalasen en el país. Se creó una comisión interministerial –antecedente del Consejo de la Industria del Tractor– para analizar las firmas con mejores condiciones técnicas de las treinta y cuatro que se presentaron. Finalmente, las firmas seleccionadas fueron la italiana Fiat (que ya tenía su pata en la industria a través del convenio firmado un año antes) y las alemanas Hanomag, Deutz y Fahr (empresas con participación del empresario peronista Jorge Antonio, nexo entre el presidente y la industria alemana).
Fiat fue la empresa que se alzó con mayor poder –no sólo económico, sino también político– en la estructura de la nueva industria. En abril de 1954, al poco tiempo de terminarse la construcción de la planta de tractores de Estación Ferreyra, se anunció su venta a la compañía italiana; con esta adquisición, nace Fiat Someca Construcciones Córdoba (Concord) –donde IAME tenía una participación minoritaria en el capital inicial de la nueva firma–. Además de “hacer negocio” en el pago por la fábrica de tractores de Córdoba (poco más de 72 millones de pesos) y gozar de ventajas cambiarias, Fiat recibió dos grandes créditos del BIRA: 150 (a 4% de interés anual y a diez años) y 106 millones de pesos con destino al financiamiento de nuevas inversiones y gastos de evolución ***.
*** El monto total del crédito (256 millones de pesos) parecía excesivo; representaba dos veces y medio el capital de la firma, el 76% del crédito otorgado a la industria de maquinaria agrícola y el 4% a la industria en general por parte del BIRA en 1954. Un año después, la empresa fue investigada por el gobierno de facto y se determinó que la única inversión realizada por los italianos eran cinco millones de dólares destinados a importar dos mil automóviles en una operación sin usar divisas y vendiéndolos a un elevado precio en el mercado doméstico (Belini, 2004).
La cesión de la fábrica de tractores de IAME a la Fiat se produjo un 10 de octubre de 1959).

domingo, 27 de julio de 2014

Bon-Fer mixta

Según publicidad de la época y agradeciendo a Tadeo Buratovich por la colaboración, ésta era una cosechadora automotriz de la cual según el fabricante se hacía gala de una extrema facilidad y simpleza de operación para la cosecha; suponiendo y asegurando una combinación entre calidad de fabricación capacidad de cosecha grande, simpleza de movimientos, rendimiento, economía y la adecuada resistencia para soportar el uso diario. Esta permitía cosechar trigo, lino, maní, poroto, maíz y otros cereales "con grandes adelantos técnicos" junto con "un mejor trabajo y fácil manejo, colaborando con ello al logro de una mayor cosecha".

Lugar de fabricación: General Cabrera, departamento Juárez Celman, Provincia de Córdoba.

Inicio de fabricación: 1960 aprox
Fin de fabricación: circa fines de 196X
Origen: Argentina

Motor: IKA Continental 6L 226
Ciclo: Otto cuatro tiempos, válvulas laterales
Cilindros: 6 en línea, árbol de levas lateral.
Diámetro x Carrera (mm): 84,1 x 111,1.
Cilindrada (cm3): 3707
Potencia (CV DIN): 115 a 3.800 r.p.m.
Par motor (Kgm): 25 a 2000 r.p.m.
Relación de compresión: 7,3:1.
Alimentación: carburador Carter WCD 2807 S.
Orden de encendido: 1-5-3-6-2-4.
Combustible: nafta común
Lubricación: a presión y circulación continua.
Refrigeración: agua, bomba y ventilador.

Motor: Perkins 6PF-305
Ciclo: diésel 4 tiempos
Cilindros: 6 en línea, verticales
Cilindrada (cm3): 5000
Diámetro x Carrera (mm): 91,44 x 127
Potencia (CV/RPM): 91,3 a 2250
Filtro de aire: tipo seco, elemento primario de celulosa e interno secundario de seguridad.
Válvula de descarga de polvo e indicador de restricción ubicado en el panel de instrumentos.
Sistema de combustible: inyección indirecta
Bomba: rotativa C.A.V., con pre cámara, distribuidor y regulador mecánico de velocidad.
Filtrado de gasoil con trampa de agua, dos filtros primaros y uno secundario.
Lubricación: forzada, bomba de engranajes, filtrado de flujo total y válvula de derivación
Refrigeración: agua, 2 circuitos con bomba, doble termostato, ventilador y depósito adicional.

Tracción: 2WD delantera
Embrague: monodisco en seco
Transmisión: por correas en "V".
Diferencial: Urvig.
Plataforma: 16' con embocador central
Brazo de cuchilla a bolita.
Plataforma de vaivén: ubicada debajo del saca paja ajustable.
Primera y segunda limpieza: con eje acodado, que hacía funcionar los cajones de vaivén y zarandón.
Cernidores de semillas: ajustables, colocados en la parte superior de la máquina.
El bolsero trabajaba en la parte central sobre una plataforma amplia y cómoda.
Dirección: mecánica, sector y sin fin.
Sistema eléctrico: 12V. Batería: 2x6V.
Peso (kg): 3800

Bon-Fer

Empresa de la localidad cordobesa de General Cabrera. A continuación citaremos en algunas líneas, la historia de la empresa, la cual fue extraída de Reinas Mecánicas (de José María Barrale):
"Mi suegro don Felipe Bonetto fue pionero en la siembra del cultivo de maní en esta localidad, exclamó. La tecnología se hizo presente naciendo de esta manera la primera fábrica de cosechadoras decapotadoras de maní y a su vez también de cosechadoras mixtas (trigo, lino, soja, etc). La firma se denominaba "Bon-Fer", su significado era Bon- Bonetto y Fer- Ferrero (Osvaldo "tito" Bonetto y Bonifacio Ferrero).
Esta industria fue la pionera en el país dedicada a esta industrialización de máquinas maniceras. Estos patentaron la primera como invención N° 118006 y marca registrada N° 401057.
Ésta nació en la década del 50'. Don Osvaldo Bonetto antiguamente se dedicaba a las cosechas de cultivos (era contratista rural), poseía tres máquinas cosechadoras, trillaban en la zona de Alta Gracia, Despeñaderos y en pcia de Buenos Aires.
Luego de esa experiencia surge la necesidad de crear una máquina cosechadora decapotadora de maní y una mixta".
"Las primeras fueron de arrastre, tracción a sangre, año 1955 de las cuales no hay registros de ventas de las mismas. Luego en 1960, se presenta la automotriz a la cual se le sumó aparición de las mixtas, cuya cantidad aproximada de producción fue de 40 unidades.
Los lugares más importantes de venta fueron: Salta, Rosario de la Frontera (para cosecha del poroto, la misma andaba muy bien), Carnerillo, Perdices, General Deheza, Provincia de Buenos Aires. En su mejor momento, tuvo 50 empleados".
BON-FER Y LA RELACIÓN CON SENOR: la empresa oriunda de San Vicente, supo proveerle a Bon-Fer de elementos mecánicos como poleas, cajas de rodamientos a bolas rígidas, ejes, entre otros.