Según diversas opiniones como la de Martin Herrera "Yo tengo un Davilor, un tío tiene el Massey, la única diferencia es que trajeron caja de tercera y alta baja y media, la caja del 1350 creó y el diferencial también. Nada que envidiarle a un Pla o Metalfor de los mas grandes en cuanto a capacidad de trabajo.. Es una maquina hecha para andar arriba de 25 km/hora" y Matías Bollani "Una nave nacional! livianitos! muy buenos. Un amigo tiene uno, dice que fumiga a más velocidad que cualquier otro y dobla como un Formula 1".
Era casi idéntico al Davilor, con la excepción marcada en una de las primeras líneas.
Según Herrera, también (sobre la vinculación entre Dichiara - dueño de Davilor - y Massey Ferguson) "la verdad no se bien la historia de por que Dichiara tuvo que ponerle Massey a la maquina de el, me dijeron que no se si Massey no le presto plata cuando estaba medio en quiebra... Pero no se si es cierto eso".
Lugar de fabricación: ¿Venado Tuerto?, Provincia de Santa Fe.
Inicio de producción: 1993?
Término de producción: 1999
Origen: Argentina
Motor: Perkins 6PF-305 (bajo especificaciones MF)
Ciclo: diésel cuatro tiempos
Cilindros: 6 en línea
Cilindrada (cm3): 5000
Diámetro x Carrera (mm): 91,44 x 127
Potencia (CV/RPM): 91,3 a 2250
Filtro de aire: tipo seco, elemento primario de celulosa e interno secundario de seguridad.
Válvula de descarga de polvo e indicador de restricción ubicado en el panel de instrumentos.
Sistema de combustible: inyección directa
Bomba: rotativa C.A.V., distribuidor y regulador mecánico de velocidad.
Filtrado de combustible con trampa de agua, dos filtros primaros y uno secundario.
Sistema de lubricación: forzada por bomba de engranajes, filtrado de flujo total y válvula de derivación
Refrigeración: líquida (agua), dos circuitos con bomba de agua, doble termostato, ventilador y depósito adicional.
Tracción: 2WD trasera
Embrague monodisco en seco
(5+1 velocidades)
diferencial con Alta/Baja
Caja de velocidades: de tractor MF 1360
Velocidades: 3 + M.A.
Diferencial: helicoidal y traba comandada por pedal con destrabe automático. Reductores finales epicíclicos en el eje trasero.
Con alta/baja, libre y tortuga.
Dirección hidráulica con Load Sensing
suspensión neumática independiente en las cuatro ruedas
tren delantero con original sistema pivotante (permite que las 4 ruedas estén siempre apoyadas al piso al momento cruzar un desnivel)
Frenos hidroneumáticos
El sistema de pulverización opera con tanque de 1.220 litros,
bomba centrífuga Hypro de acero inoxidable,
botalón trasero de 25 metros de accionamiento electrohidráulico integral, con altura regulable (90/2,25 metros)
línea de pulverización de acero inoxidable con picos trijet 0,35 m - unijet 0,52 m.
pastillas cono hueco de cerámica.
En Agricultura de Precisión, dispone de computadora Dicke John de pulverización integral con banderillero satelital Microlect
piloto automático opcional,
corte por secciones automático (siete secciones) y dosificación variable.
Motobomba de carga Honda (36.000 litros/hora)
Bomba Turbion – Centrifuga
tren delantero y trasero del tipo brazo arrastrado
Peso en orden de marcha de 4.000 kg.
Trocha 2.10 m.
Rodado 12,4x 24''
Sistema eléctrico: 12V. Batería: 1x12V.
Tractores, cosechadoras, maquinaria vial, gruas y montacargas fabricados en Argentina desde 1905.
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martes, 7 de abril de 2015
Davilor Original
Pulverizadora autopropulsada Davilor, fabricada por TIM Argentina, de llamativo aspecto (parece el fuselaje de un pequeño avión, a su vez, recortado).
Equipada con caja de herramientas, mameluco, guantes, mascara, termo higrómetro pehachimetro y software de conteo de impactos, tarjetas hidro sensibles y cabina atérmica, acústica y hermética, montada sobre pulmones neumáticos, con vidrios tonalizados, butaca neumática y aire acondicionado.
TIM Argentina suscribió un acuerdo empresario con Davilor mediante el cual retomó la producción de las pulverizadoras de la reconocida marca de Venado Tuerto, cuya actividad estuvo prácticamente paralizada desde el fallecimiento de su impulsor, Oscar Dichiara. La primera unidad ensamblada en la planta de Monte Maíz (Córdoba) se terminó de fabricar en setiembre de 2014.
Lugar de fabricación: Monte Maíz, Provincia de Córdoba
Inicio de producción: 1997 (1° etapa) / 2014
Término de producción: 2009 (1° etapa) / 20XX
Origen: Argentina
Motor: MWM Internacional
Ciclo: Diesel Cuatro tiempos
Alimentación: turbocomprimido
4 cilindros en línea
Potencia (CV): 128
Refrigeración: agua mediante circulación forzada
Sistema de combustible: inyección
Inyección: Pistones en línea Bosch
Combustible: gas oil
Tracción: 2WD trasera
Caja de velocidades: Clark
Velocidades: 5 + 1 velocidades
Diferencial Eaton con Alta/Baja
dirección hidráulica con Load Sensing,
suspensión neumática independiente en las cuatro ruedas,
tren delantero con original sistema pivotante (las 4 ruedas estén siempre apoyadas al piso al momento cruzar un desnivel)
frenos hidroneumáticos,
trocha variable (2,63/3,03 metros)
rodados de alta flotación (12.4×16).
El sistema de pulverización opera con tanque de 1.220 litros,
bomba centrífuga Hypro de acero inoxidable,
botalón trasero de 24,50 metros de accionamiento electrohidráulico integral, con altura regulable (90/2,25 metros)
línea de pulverización de acero inoxidable con picos a 52,5/70 cm
pastillas cono hueco de cerámica.
Agricultura de Precisión: dispone de computadora de pulverización integral con banderillero satelital
piloto automático opcional
corte por secciones automático (siete secciones) y dosificación variable.
Motobomba de carga (36.000 litros/hora),
tren delantero y trasero del tipo brazo arrastrado
Peso en orden de marcha de 4.000 kg.
Sistema eléctrico: 12V. Batería: 1x12V.
Equipada con caja de herramientas, mameluco, guantes, mascara, termo higrómetro pehachimetro y software de conteo de impactos, tarjetas hidro sensibles y cabina atérmica, acústica y hermética, montada sobre pulmones neumáticos, con vidrios tonalizados, butaca neumática y aire acondicionado.
TIM Argentina suscribió un acuerdo empresario con Davilor mediante el cual retomó la producción de las pulverizadoras de la reconocida marca de Venado Tuerto, cuya actividad estuvo prácticamente paralizada desde el fallecimiento de su impulsor, Oscar Dichiara. La primera unidad ensamblada en la planta de Monte Maíz (Córdoba) se terminó de fabricar en setiembre de 2014.
Lugar de fabricación: Monte Maíz, Provincia de Córdoba
Inicio de producción: 1997 (1° etapa) / 2014
Término de producción: 2009 (1° etapa) / 20XX
Origen: Argentina
Motor: MWM Internacional
Ciclo: Diesel Cuatro tiempos
Alimentación: turbocomprimido
4 cilindros en línea
Potencia (CV): 128
Refrigeración: agua mediante circulación forzada
Sistema de combustible: inyección
Inyección: Pistones en línea Bosch
Combustible: gas oil
Tracción: 2WD trasera
Caja de velocidades: Clark
Velocidades: 5 + 1 velocidades
Diferencial Eaton con Alta/Baja
dirección hidráulica con Load Sensing,
suspensión neumática independiente en las cuatro ruedas,
tren delantero con original sistema pivotante (las 4 ruedas estén siempre apoyadas al piso al momento cruzar un desnivel)
frenos hidroneumáticos,
trocha variable (2,63/3,03 metros)
rodados de alta flotación (12.4×16).
El sistema de pulverización opera con tanque de 1.220 litros,
bomba centrífuga Hypro de acero inoxidable,
botalón trasero de 24,50 metros de accionamiento electrohidráulico integral, con altura regulable (90/2,25 metros)
línea de pulverización de acero inoxidable con picos a 52,5/70 cm
pastillas cono hueco de cerámica.
Agricultura de Precisión: dispone de computadora de pulverización integral con banderillero satelital
piloto automático opcional
corte por secciones automático (siete secciones) y dosificación variable.
Motobomba de carga (36.000 litros/hora),
tren delantero y trasero del tipo brazo arrastrado
Peso en orden de marcha de 4.000 kg.
Sistema eléctrico: 12V. Batería: 1x12V.
viernes, 13 de junio de 2014
Davilor / TIM Argentina
Davilor
El segmento de pulverizadoras autopropulsadas recupera un protagonista con largo predicamento en el mercado local. Se trata de Davilor, la marca oriunda de Venado Tuerto (Santa Fe), cuya actividad estuvo prácticamente paralizada desde el fallecimiento de su impulsor, Oscar Dichiara, en 2011.
El regreso de Davilor se produce en el marco de un acuerdo empresario con TIM Argentina, firma con 15 años de trayectoria en la fabricación de monitores de siembra. La producción de las unidades autopropulsadas comenzará en marzo, en una planta ubicada en Monte Maíz (Córdoba).
En su fase inicial, el plan de trabajo incluye la fabricación de una versión actualizada del modelo Davilor que se comercializaba hasta 2011.
Tecnología singular: Desde sus orígenes, los equipos Davilor se caracterizaron por desarrollar un concepto de pulverización absolutamente innovador para el mercado nacional. Básicamente, se trata de equipos diseñados para trabajar con aplicaciones de menores volúmenes de caldo por hectárea, mediante la regulación del tamaño y la cantidad de gotas.
De esa manera, se puede combinar una elevada autonomía con un tanque de reducidas dimensiones. Por caso, la pulverizadora autopropulsada Davilor opera con un tanque de sólo 1220 litros, logrando una autonomía de por lo menos 40 has con aplicaciones que nunca exceden los 30 litros por hectárea.
La reducción en el tamaño del tanque no solo implica menos peso por la menor cantidad de agua que se debe transportar, sino también por los componentes requeridos en el chasis. Una máquina más liviana supone menor compactación del suelo y, sobre todo, la posibilidad de trabajar a mayores velocidades con menor consumo de combustible, roturas y desgaste de materiales. La pulverizadora Davilor presenta un peso en orden de marcha de apenas 4000 kg.
Experiencias mundiales: Si bien se trata de una tecnología innovadora en Argentina, a nivel mundial ya ha sido probada con éxito por reconocidas marcas globales. Es el caso de la pulverizadora SpraCoupe, de AGCO Corp, con 40 años de trayectoria en el mercado.
TIM Argentina Es una empresa de Monte Maíz (Córdoba), especializada en la fabricación y venta de monitores de siembra, sensores de semilla y otros accesorios de Agricultura de Precisión. En 2014 suscribió un acuerdo empresario con la marca Davilor, en el marco del cual comenzó a fabricar pulverizadoras de la reconocida marca de Venado Tuerto.
ANEXO DICHIARA: Oscar Dichiara dice que va a cerrar la pyme venadense donde fabrica pulverizadoras porque perdió “todo durante la guerra gaucha”. Dueño de Davilor, pyme familiar que poseía 14 operarios, y llegó a exportar una novedosa pulverizadora –que ahorra un 50 % de agroquímicos– que producían con destino a Brasil, Paraguay y Uruguay. Hasta estuvo a punto de ubicar máquinas en Rusia. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que arreció la guerra gaucha, en marzo de 2008. “Me fundí gracias a la Mesa de Enlace. A causa de los cortes de ruta de los señores de Firmat y Venado Tuerto, por los miguelitos que tiraban en el camino e impedían que los comisionistas llegaran con los insumos. Por ese conflicto ilógico e inexplicable no pude sacar de la fábrica las máquinas que tenía que entregar y me fundí”, narró Dichiara.
“Estoy refundido”, insistió el empresario, con bronca incontenible que le brota sin tapujos apenas se le toca el tema. Sus palabras rebotan en la fábrica vacía que aún hoy está en pie en el kilómetro 369 de la ruta Nº 8, en las afueras de Venado Tuerto.
Este hombre, que comenzó hace 13 años a fabricar pulverizadoras no encuentra aún hoy una explicación al conflicto que paralizó el país. “En el 2001 estábamos quebrados y ningún chacarero puso ni el dedo gordo en la ruta. Todos se hicieron combativos cuando teníamos delante nuestro el mejor año en mucho tiempo”, protestó.
Además de 14 operarios, que tras el colapso productivo comenzaron a buscar trabajo en otro lado, el resto de sus empleados lo compone su familia: su esposa y sus dos hijas.
Años de entusiasmo. Esta pequeña fábrica arrancó en 1996 a producir una pulverizadora cuyo principal atributo consiste en ahorrar hasta un 50 % de agroquímicos que requiere para sus aplicaciones. Semejante ventaja para el productor no debe hacerle ninguna gracia a Monsanto,
principal productor de glifosato. Tampoco a ingenieros agrónomos que lo venden.
Aunque Davilor nunca llegó a ser una fábrica de gran envergadura, iba viento en popa en 2008. Dichiara tenía esperanzas de grandes posibilidades para ampliar el mercado externo de sus máquinas. No sólo las enviaría a los países del Mercosur, sino también a Rusia. Había cerrado el año 2007 con un crecimiento cercano al 30 % de sus ventas. De ese volumen, el 80 % estaba destinado al exterior. Es decir, dólares frescos y genuinos. “Pero todo se fue al carajo”, interrumpió.
Antes de que los chacareros salieran a la ruta en repudio a la resolución 125, Dichiara había recibido dinero adelantado, sobre todo de productores paraguayos, para ir fabricando las pulverizadoras que luego debía exportar. “No pude cumplir con los pedidos, porque las máquinas que tenía que mandar por vía terrestre no podían llegar a destino, ya que las rutas estaban cortadas. Y tampoco nadie podía ingresar a la fábrica, así que también me quedé sin insumos. Estábamos atrapados y sin salida”, recordó.
Cero ventas. Después de la guerra gaucha, Davilor no pudo vender ya ni 1 sola pulverizadora. Aquella fecha -11 de marzo de 2008- marcó el comienzo de la caída libre. “A la par de ese conflicto insolidario e ilógico vino la sequía, que en esta zona fue muy dura”, agregó.
La coyuntura se ensañó más todavía, por el lado del financiamiento –caro y escaso- y la reticencia de la plaza bancaria a facilitarlo por estos tiempos. “Una pyme como la nuestra no puede acceder a crédito porque no tiene capital de respaldo. No calificamos. El Banco Nación nos otorgó un crédito de 20.000 pesos. ¿Qué hago con eso, si un solo equipo de los que fabricamos vale casi 400.000 pesos?”, cotejó el industrial.
Tras haber vivido un pasado cercano lleno de vicisitudes, Dichiara enfrenta hoy un presente mucho más duro. Y por eso decide no guardarse nada contra la Mesa de Enlace. Su discurso es disonante en un ramo en el que los fabricantes de maquinaria agrícola han lanzado duras críticas contra el gobierno nacional y a su vez han compartido la posición del sector rural, a la sazón, el territorio de su clientela en el mercado interno. Dichiara está en la otra vereda. “Yo me fundí por ellos, por haber sufrido un conflicto irracional, que no tiene ninguna explicación. Pero esto no me perjudicó sólo a mí, sino a todos. Cuando el precio de la soja había llegado a valores históricos los granos no se vendieron. Y ese precio es posible que no vuelva a repetirse nunca más. Nos hundieron”, repitió.
Dichiara advirtió que otras firmas del sector agroindustrial mucho más importantes, como John Deere o Apache, “se van a poder recuperar, porque tienen una historia y un nombre que las respalda. Pero mi fábrica, como muchas otras, están en una situación diferente. Si no lográbamos cumplir con nuestros pedidos no nos compraban nunca más. Y eso fue lo que ocurrió”.
El segmento de pulverizadoras autopropulsadas recupera un protagonista con largo predicamento en el mercado local. Se trata de Davilor, la marca oriunda de Venado Tuerto (Santa Fe), cuya actividad estuvo prácticamente paralizada desde el fallecimiento de su impulsor, Oscar Dichiara, en 2011.
El regreso de Davilor se produce en el marco de un acuerdo empresario con TIM Argentina, firma con 15 años de trayectoria en la fabricación de monitores de siembra. La producción de las unidades autopropulsadas comenzará en marzo, en una planta ubicada en Monte Maíz (Córdoba).
En su fase inicial, el plan de trabajo incluye la fabricación de una versión actualizada del modelo Davilor que se comercializaba hasta 2011.
Tecnología singular: Desde sus orígenes, los equipos Davilor se caracterizaron por desarrollar un concepto de pulverización absolutamente innovador para el mercado nacional. Básicamente, se trata de equipos diseñados para trabajar con aplicaciones de menores volúmenes de caldo por hectárea, mediante la regulación del tamaño y la cantidad de gotas.
De esa manera, se puede combinar una elevada autonomía con un tanque de reducidas dimensiones. Por caso, la pulverizadora autopropulsada Davilor opera con un tanque de sólo 1220 litros, logrando una autonomía de por lo menos 40 has con aplicaciones que nunca exceden los 30 litros por hectárea.
La reducción en el tamaño del tanque no solo implica menos peso por la menor cantidad de agua que se debe transportar, sino también por los componentes requeridos en el chasis. Una máquina más liviana supone menor compactación del suelo y, sobre todo, la posibilidad de trabajar a mayores velocidades con menor consumo de combustible, roturas y desgaste de materiales. La pulverizadora Davilor presenta un peso en orden de marcha de apenas 4000 kg.
Experiencias mundiales: Si bien se trata de una tecnología innovadora en Argentina, a nivel mundial ya ha sido probada con éxito por reconocidas marcas globales. Es el caso de la pulverizadora SpraCoupe, de AGCO Corp, con 40 años de trayectoria en el mercado.
TIM Argentina Es una empresa de Monte Maíz (Córdoba), especializada en la fabricación y venta de monitores de siembra, sensores de semilla y otros accesorios de Agricultura de Precisión. En 2014 suscribió un acuerdo empresario con la marca Davilor, en el marco del cual comenzó a fabricar pulverizadoras de la reconocida marca de Venado Tuerto.
ANEXO DICHIARA: Oscar Dichiara dice que va a cerrar la pyme venadense donde fabrica pulverizadoras porque perdió “todo durante la guerra gaucha”. Dueño de Davilor, pyme familiar que poseía 14 operarios, y llegó a exportar una novedosa pulverizadora –que ahorra un 50 % de agroquímicos– que producían con destino a Brasil, Paraguay y Uruguay. Hasta estuvo a punto de ubicar máquinas en Rusia. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que arreció la guerra gaucha, en marzo de 2008. “Me fundí gracias a la Mesa de Enlace. A causa de los cortes de ruta de los señores de Firmat y Venado Tuerto, por los miguelitos que tiraban en el camino e impedían que los comisionistas llegaran con los insumos. Por ese conflicto ilógico e inexplicable no pude sacar de la fábrica las máquinas que tenía que entregar y me fundí”, narró Dichiara.
“Estoy refundido”, insistió el empresario, con bronca incontenible que le brota sin tapujos apenas se le toca el tema. Sus palabras rebotan en la fábrica vacía que aún hoy está en pie en el kilómetro 369 de la ruta Nº 8, en las afueras de Venado Tuerto.
Este hombre, que comenzó hace 13 años a fabricar pulverizadoras no encuentra aún hoy una explicación al conflicto que paralizó el país. “En el 2001 estábamos quebrados y ningún chacarero puso ni el dedo gordo en la ruta. Todos se hicieron combativos cuando teníamos delante nuestro el mejor año en mucho tiempo”, protestó.
Además de 14 operarios, que tras el colapso productivo comenzaron a buscar trabajo en otro lado, el resto de sus empleados lo compone su familia: su esposa y sus dos hijas.
Años de entusiasmo. Esta pequeña fábrica arrancó en 1996 a producir una pulverizadora cuyo principal atributo consiste en ahorrar hasta un 50 % de agroquímicos que requiere para sus aplicaciones. Semejante ventaja para el productor no debe hacerle ninguna gracia a Monsanto,
principal productor de glifosato. Tampoco a ingenieros agrónomos que lo venden.
Aunque Davilor nunca llegó a ser una fábrica de gran envergadura, iba viento en popa en 2008. Dichiara tenía esperanzas de grandes posibilidades para ampliar el mercado externo de sus máquinas. No sólo las enviaría a los países del Mercosur, sino también a Rusia. Había cerrado el año 2007 con un crecimiento cercano al 30 % de sus ventas. De ese volumen, el 80 % estaba destinado al exterior. Es decir, dólares frescos y genuinos. “Pero todo se fue al carajo”, interrumpió.
Antes de que los chacareros salieran a la ruta en repudio a la resolución 125, Dichiara había recibido dinero adelantado, sobre todo de productores paraguayos, para ir fabricando las pulverizadoras que luego debía exportar. “No pude cumplir con los pedidos, porque las máquinas que tenía que mandar por vía terrestre no podían llegar a destino, ya que las rutas estaban cortadas. Y tampoco nadie podía ingresar a la fábrica, así que también me quedé sin insumos. Estábamos atrapados y sin salida”, recordó.
Cero ventas. Después de la guerra gaucha, Davilor no pudo vender ya ni 1 sola pulverizadora. Aquella fecha -11 de marzo de 2008- marcó el comienzo de la caída libre. “A la par de ese conflicto insolidario e ilógico vino la sequía, que en esta zona fue muy dura”, agregó.
La coyuntura se ensañó más todavía, por el lado del financiamiento –caro y escaso- y la reticencia de la plaza bancaria a facilitarlo por estos tiempos. “Una pyme como la nuestra no puede acceder a crédito porque no tiene capital de respaldo. No calificamos. El Banco Nación nos otorgó un crédito de 20.000 pesos. ¿Qué hago con eso, si un solo equipo de los que fabricamos vale casi 400.000 pesos?”, cotejó el industrial.
Tras haber vivido un pasado cercano lleno de vicisitudes, Dichiara enfrenta hoy un presente mucho más duro. Y por eso decide no guardarse nada contra la Mesa de Enlace. Su discurso es disonante en un ramo en el que los fabricantes de maquinaria agrícola han lanzado duras críticas contra el gobierno nacional y a su vez han compartido la posición del sector rural, a la sazón, el territorio de su clientela en el mercado interno. Dichiara está en la otra vereda. “Yo me fundí por ellos, por haber sufrido un conflicto irracional, que no tiene ninguna explicación. Pero esto no me perjudicó sólo a mí, sino a todos. Cuando el precio de la soja había llegado a valores históricos los granos no se vendieron. Y ese precio es posible que no vuelva a repetirse nunca más. Nos hundieron”, repitió.
Dichiara advirtió que otras firmas del sector agroindustrial mucho más importantes, como John Deere o Apache, “se van a poder recuperar, porque tienen una historia y un nombre que las respalda. Pero mi fábrica, como muchas otras, están en una situación diferente. Si no lográbamos cumplir con nuestros pedidos no nos compraban nunca más. Y eso fue lo que ocurrió”.
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