El texto que podrán leer a continuación, pertenece al Ing. Jorge Wagner.
Como verán, la oferta de esta máquina, en sus dos versiones KR hombre a bordo y KW hombre acompañando en piso con timón, presentan la opción del controlador electrónico de velocidad.
Lo del control electrónico de velocidad es un capítulo aparte, muestra la capacidad creativa y de investigación que en esa época se aplicaba a la industria nacional.
Cabe destacar que lo convencional para esos años era variar la velocidad de traslación de la máquina a través de un sistema electromecánico compuesto por resistencias que se intercalan con la alimentación del motor de tracción y una serie de contactores (relés de gran tamaño), que van puenteando las resistencias para darle más velocidad a la unidad.
La historia de los controladores electrónicos aplicados a las AASA comienza a fin de los ´70, con una experiencia en controladores a tiristores marca SEVCON importados de Gran Bretaña, esto termina en un fracaso técnico y recién en 1984, a pocos meses de mi ingreso a la empresa, se comienza nuevamente a experimentar con los controladores electrónicos. La provisión de los mismos corresponde a dos pequeñas empresas, una de Ituzaingó , Buenos Aires, llamada S.A.E. Servicio en Autoelevadores Eléctricos, conformada por Daniel De Santo y Alejandro Gigliazza.
La otra pequeña empresa es F.G. Ingeniería Electrónica, de la ciudad de Rosario, conformada por los ingenieros Juan Carlos Galarraga y Enrique Fongi. S.A.E. había desarrollado un controlador a tiristores, basado en algunas versiones antiguas de General Electric, aplicado ya a otros autoelevadores como reemplazo de controladores o modificaciones de máquinas más antiguas a resistencias.
Por su parte, FG Ingeniería Electrónica había tenido su experiencia en la aplicación de estos controles (chopper), en los trolebuses concesionados por la empresa Martín Fierro SRL de Rosario, (ver Electrobús en https://es.wikipedia.org/wiki/Rosario_Bus).
Lo cierto es que tanto los chopper de SAE como los de FG se empezaron a aplicar en diversos modelos de AASA, como opcional, comenzando con los modelos contrabalanceados de 4 ruedas de 1,5 a 3,5 TM (líneas FH y F60T).
Los controladores se fueron perfeccionando y achicando en su formato, a medida que la experimentación avanzaba, sobre todo los de FG que nacieron inmensos. Lo del desarrollo y experimentación de los equipos FG fue un trabajo mancomunado entre el proveedor y AASA y me tocó a mi ser la parte técnica por Autoelevadores Argentinos S.A. El desafío llegó cuando se les propuso a ambos proveedores desarrollar equipos mas pequeños y por consiguiente más económicos para aplicar a la línea de máquinas mas pequeñas, tales como apiladores (KR, KW), transportadores de pallet (PTW) y tractores de remolque (RT).
En 1986 se comienza a desarrollar un controlador cuyo elemento de potencia ya no es un tiristor (SCR), sino un transistor MOSFET. En ese momento no había en el mercado aún controladores que tengan muchos pequeños MOSFET en paralelo para sumar así la capacidad de todos y dar como equivalente un gran MOSFET que sea capaz de manejar corrientes entre 100 y 500A, necesarias para mover los motores de estos vehículos.
Esta modalidad de usar transistores en paralelo fue luego adoptada por la mayoría de los fabricantes de controles y es usada aun hoy en día.
Por lo anterior se puede decir que este desarrollo y aplicación si no ocurrieron antes que en el resto del mundo, fueron al menos simultáneos, conformando esto un orgullo para la industria nacional. En esa época, debido al control electrónico y la necesidad de trabajar con corrientes menores, se deja de usar, salvo en máquinas con resistencias, la tensión de 12 voltios, pasándose a 24 voltios, es decir, a igualdad de potencias, con 24 voltios se necesita la mitad de la corriente necesaria en 12 voltios.
En la línea de máquinas grandes, se siguió usando el tiristor (SCR) debido a la inexistencia para esa época de transistores MOSFET de corrientes altas y tensiones aptas para usar en 36 y 48 voltios.
Como verán, la oferta de esta máquina, en sus dos versiones KR hombre a bordo y KW hombre acompañando en piso con timón, presentan la opción del controlador electrónico de velocidad.
Lo del control electrónico de velocidad es un capítulo aparte, muestra la capacidad creativa y de investigación que en esa época se aplicaba a la industria nacional.
Cabe destacar que lo convencional para esos años era variar la velocidad de traslación de la máquina a través de un sistema electromecánico compuesto por resistencias que se intercalan con la alimentación del motor de tracción y una serie de contactores (relés de gran tamaño), que van puenteando las resistencias para darle más velocidad a la unidad.
La historia de los controladores electrónicos aplicados a las AASA comienza a fin de los ´70, con una experiencia en controladores a tiristores marca SEVCON importados de Gran Bretaña, esto termina en un fracaso técnico y recién en 1984, a pocos meses de mi ingreso a la empresa, se comienza nuevamente a experimentar con los controladores electrónicos. La provisión de los mismos corresponde a dos pequeñas empresas, una de Ituzaingó , Buenos Aires, llamada S.A.E. Servicio en Autoelevadores Eléctricos, conformada por Daniel De Santo y Alejandro Gigliazza.
La otra pequeña empresa es F.G. Ingeniería Electrónica, de la ciudad de Rosario, conformada por los ingenieros Juan Carlos Galarraga y Enrique Fongi. S.A.E. había desarrollado un controlador a tiristores, basado en algunas versiones antiguas de General Electric, aplicado ya a otros autoelevadores como reemplazo de controladores o modificaciones de máquinas más antiguas a resistencias.
Por su parte, FG Ingeniería Electrónica había tenido su experiencia en la aplicación de estos controles (chopper), en los trolebuses concesionados por la empresa Martín Fierro SRL de Rosario, (ver Electrobús en https://es.wikipedia.org/wiki/Rosario_Bus).
Lo cierto es que tanto los chopper de SAE como los de FG se empezaron a aplicar en diversos modelos de AASA, como opcional, comenzando con los modelos contrabalanceados de 4 ruedas de 1,5 a 3,5 TM (líneas FH y F60T).
Los controladores se fueron perfeccionando y achicando en su formato, a medida que la experimentación avanzaba, sobre todo los de FG que nacieron inmensos. Lo del desarrollo y experimentación de los equipos FG fue un trabajo mancomunado entre el proveedor y AASA y me tocó a mi ser la parte técnica por Autoelevadores Argentinos S.A. El desafío llegó cuando se les propuso a ambos proveedores desarrollar equipos mas pequeños y por consiguiente más económicos para aplicar a la línea de máquinas mas pequeñas, tales como apiladores (KR, KW), transportadores de pallet (PTW) y tractores de remolque (RT).
En 1986 se comienza a desarrollar un controlador cuyo elemento de potencia ya no es un tiristor (SCR), sino un transistor MOSFET. En ese momento no había en el mercado aún controladores que tengan muchos pequeños MOSFET en paralelo para sumar así la capacidad de todos y dar como equivalente un gran MOSFET que sea capaz de manejar corrientes entre 100 y 500A, necesarias para mover los motores de estos vehículos.
Esta modalidad de usar transistores en paralelo fue luego adoptada por la mayoría de los fabricantes de controles y es usada aun hoy en día.
Por lo anterior se puede decir que este desarrollo y aplicación si no ocurrieron antes que en el resto del mundo, fueron al menos simultáneos, conformando esto un orgullo para la industria nacional. En esa época, debido al control electrónico y la necesidad de trabajar con corrientes menores, se deja de usar, salvo en máquinas con resistencias, la tensión de 12 voltios, pasándose a 24 voltios, es decir, a igualdad de potencias, con 24 voltios se necesita la mitad de la corriente necesaria en 12 voltios.
En la línea de máquinas grandes, se siguió usando el tiristor (SCR) debido a la inexistencia para esa época de transistores MOSFET de corrientes altas y tensiones aptas para usar en 36 y 48 voltios.
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